— ¡Emma!

La rubia soltó una risita al notar sus rostros de alivio.

— Takemichi y Hina tendrán una linda cita en la Tienda de té de Madame Tudipié — al salir de Hogwarts tomaron caminos separados quedando en reunirse en High Street cerca de Las Tres Escobas, Emma dijo que debía ayudar a Hina con un asunto de vital importancia —. Takemichi llevó un girasol y recitó un poema ridículo, seguro cortesía de Mikey, pero fue muy tierno — suspiró soñadora.

— Ánimo, Emma — la confortó Hakkai —, algún día también te dedicaran un poema ridículo.

— Hakkai, eres terrible dando ánimos ¿sabías?

— ¡No es cierto! 

Miró a Chifuyu en busca de apoyo pero este solo asintió dándole la razón a Emma.

Entre pucheros y reclamos del más alto llegaron a las Tres Escobas. La campanilla tintineaba cada dos minutos, anunciando el ingreso y la salida de la clientela. 

— Por cierto, Chifuyu, Mikey conoce a un experto en hechizos de camuflaje, él puede ayudarte con tu pluma y evitar que te descubran — susurró Emma mientras entraban al recinto.

El lugar era amplio, incluso si solo podían ingresar a dos de las tres zonas. Era cálido y un delicioso aroma a infusión llenaba la atmósfera, estaba lleno de gente pero no resultaba agobiante en lo más mínimo, es más, esa alta concurrencia potenciaba su ambiente acogedor.

En una esquina divisaron a sus amigos esperándolos con puestos vacíos en su mesa. El asiento era un solo sofá en forma de U y en la mesa estaban servidos ocho vasos grandes con cerveza de mantequilla, algunos más vacíos que otros y tres de ellos completamente llenos.

Emma tomó asiento junto a Mikey, quien tenía frente a él un pastel y un pie de calabaza, intercalando bocados de cada postre. Hakkai se juntó a Mitsuya, quien parecía probar maravillado por primera vez la cerveza de mantequilla, y junto él y al lado del pasillo se sentó Chifuyu.

— ¡Baji! ¿Qué le pasó a tu frente? — Chifuyu se inclinó sobre la mesa.

En los asientos pegados a la pared se encontraba un Baji con los brazos cruzados, expresión molesta y una herida contusa abierta y amplia en parte derecha de su frente, justo sobre la ceja. El golpe debió ser fuerte, porque la piel se había abierto y sangre se asomaba. Por la forma parecía haber sido hecha con el borde de un plato. A su lado Kazutora murmuraba entre risas, al parecer intentando recordar el nombre de algún hechizo sanador, sin poner mucho empeño en ello.

— La falta de tres libros le pasaron factura — respondió Draken.

— Baji intentó hacer el encantamiento accio — explicó Mitsuya.

— Oh

Chifuyu sabía que el encantamiento convocador era uno de los más difíciles y esenciales. Después de amplia lectura y práctica, Flitwick esperaba que para navidad los estudiantes de cuarto año  lograran convocar un libro. Claramente para navidad faltaban dos meses, y Baji no había siquiera comprado los libros requeridos.

— "Oh" — remedó Baji con voz chillona —. Yo lo hice bien, fue el encantamiento antirrobo en el plato lo que salió mal.

— Es un plato, Rosmerta no gastaría tiempo encantando cada plato — recalcó Kazutora.

— Entonces dime que hice mal, genio — Baji rodó los ojos.

— Todo — respondió Mikey en cambio —. Primero, el movimiento de varita, es un arco, no un círculo. Segundo — siguió enumerado sin dejar de comer —, no tienes control sobre la fuerza con la que invocas el objeto, si no lo controlas en tu mente el objeto vendrá a ti como un proyectil. Y tercero, lo pronunciaste mal.

Hogwarts Revengers || Tokyo Revengers (BL)Onde histórias criam vida. Descubra agora