Capitulo 13

628 35 0
                                    

Alisson

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Alisson.

Llegamos al Fangal. Si era un barrio pobre pero ya estamos acostumbrados a esto para ser honesta.

— Hola, buenas tardes.— Dijo Bash viendo a una joven hermosa pasando.

— Buenas tardes.

Yo lo miré con una sonrisa burlona.

— Quien diría que Sebastián Lacroix fuera un coqueto.— Ambos reímos y seguimos caminando. Hasta que...

— Si son el hombre y la niña del tren.— Miramos al hombre, en efecto, era el trabajador del tren.— Uno de tus invitados te dejo solo?... De dónde vienen?

— Yo soy de Trinidad. Trabajamos en un barco de...

— Me refiero a dónde viven cuando no se rebajan aquí con nosotros, en el fango.— Yo lo miré con enojo, quien se cree? Ni si quiera sabíamos de este lugar en primer lugar, si no desde hace meses hubiéramos venido.

— Avonle.

— Comunidad campesina, dicen que es bonito, deben estar agusto.— Íbamos a pasarlo de largo pero el Intervino.— Estaba terminando un turno de 72 horas, cuando se pusieron todo altivos. El jefe me cargó la mano hasta el final.— Dijo molesto, no es mi culpa hermano.

— Suena a qué ya te iba mal, antes de que abordaramos ese tren. Enviarnos al último vagón no te iba a servir.

— Hermano, está bien que sean la... mascota de esas personas
— Cómo? Que mierda dijo?!— Pero no saben su lugar y eso es peligroso, más teniendo a una niña contigo.

— Lo que no entiendo, hermano! Es que alguien Nazca libre y le guste el sabor de las botas del jefe como para lamerlas aunque no se lo pidan!.— Esto hirió al señor, porque golpeó a Bash en el estómago haciendo que cayera al suelo.

— Pero que carajo...!!

— El barco es como un tren en el mar! También lames las botas para sobrevivir.!!

— Si.— dije llamando si atención.— Tiene razón, lamimos las jodidas botas de alguien para sobrevivir, pero aquí la diferencia es que yo si busco mejorar y no quedarme estancada como usted. Por eso busco recibir mis derechos como lo merezco, así que... No me venga a reclamar por su vida de mierda cuando yo si trato de vivir mejor que usted.— Dije viéndolo con Furia, aún así el no me gritó, de echo ayudo a Bash a levantarse.

— Pude haberte golpeado en la boca.— mira que considerado.— La lavandería está a unas calles por allá, ahí te atenderán.

Bash solo agarro su sombrero y comenzamos a caminar.

— Demonios, ese maldito imbécil! No es nuestra culpa por su vida... Hueles a...

— Lo sé! No lo menciones.

Por Simple Casualidad. |Gilbert Blythe|.Where stories live. Discover now