Capítulo 56

3.5K 342 1.1K
                                    

Leo vio nuevamente a tweek y pensó que algo le había molestado. Con sólo ver su expresión lo sabía. Sin embargo, tweek sólo ignoró la existencia del recepcionista y salió apresurado del consultorio sin despedirse.

—A... Adiós —dijo apenas cuándo esté ya se había retirado, luego sujeto su mochila y en eso vio a su jefe salir desde el pasillo, éste lucia completamente agotado y suspiraba con pesadez.

—Amm, craig ¿Está todo bien? —preguntó el asistente. 

—... Si, descuida. Sólo lo de siempre —evitó el tema a toda costa y luego siguió —. Por favor déjale comida a los peces y cierra bien antes de salir. Te veo mañana.

El rubio sólo asintió y lo vio salir, algo inquieto y apenado por no poder ayudarle o al menos escucharlo. Craig odiaba que se metieran en sus asuntos personales después de todo, y a veces se preguntaba, con quien se sinceraba su jefe de vez en cuando.

Éste se encogió de hombros al no tener la respuesta y buscó la comida de los peces. Lo que sea que le estuviese pasando seguro podría manejarlo sólo.

Siempre podía...

Cuando craig salió del consultorio notó que tweek ya se había ido en su respectivo auto. Resopló y sacó sus llaves para subirse al suyo y una vez ahí le marco a su hermana menor, quien contestó en cuestión se segundos.

—Tricia, ya voy por liam, ¿en donde estás ahora? —quiso saber, mientras veía de reojo por la ventana.

—¿Ya saliste del consultorio? —respondió ella.

—Si.

—Acabamos de salir del centro, y ya íbamos directo para allá.

—No será necesario. Quédense dónde están, voy en camino —le aviso a su hermana y en eso encendió el auto, después colgó la llamada y se encaminó al centro comercial.

Tricia y liam se encontraban fuera del centro, probando un dulce bocadillo mientras esperaban. Craig los distinguió rápidamente con la mirada y al estacionarse bajó del auto, luego se les acercó y el pequeño al verlo sonrió felizmente, bajandose de la silla y corriendo hasta él.

—¡Papi! —exclamó al llegar a los brazos de éste y ser recibido con un cálido abrazo.

—¿Cómo estás, campeón? —preguntó con una ligera sonrisa.

—¡Super! ¡La tía tricia me llevó a comer helado y luego fuimos a la sección de videojuegos! —grito sonriente. Cosa que le causó un pequeño dolor de cabeza al azabache.

—¿En serio? Que divertido.

—Sii, lo fue —respondió animado y dándole otro mordisco al bocadillo que traía en manos.

—Emm... ¿Que está comiendo? —preguntó a su hermana.

—Esunbocallodechocodate —pronunció apenas el niño con la boca llena.

—Sólo es un bocadillo de chocolate —tradujo la pelirroja — ¿quieres uno? —ofreció levantando una pequeña bolsa en su mano, pero craig negó.

—No gracias... Ya tengo irme. En serio gracias por cuidar a liam hoy. Te debo una —habló apresurado, dispuesto a darse la vuelta e irse.

—Oh vamos, ¿Por qué tanta prisa? —dijo la chica cruzandose de brazos.

Craig se detuvo a verla, y la imagen del estricto rubio se le vino a la mente.

—... Tweek ya llegó —soltó.

Al escuchar eso tricia comprendió su prisa.

—Ahh... Ahora entiendo —resopló girando sus ojos, y metiendo ambas manos en los bolsillos de su chaqueta. El rubio era todo un caso.

Un novio para papá Where stories live. Discover now