Capítulo 6

127 17 2
                                    

Verdad Oculta: Bailo flamenco desde los cinco años.

Nuevo día. Me despierto y comienzo a prepararme. Llegó el momento de inspeccionar mejor mi nuevo armario.

Que qué encontré?
Una persona semi-desnuda no, gracias a dios. Encontré unas mallas y un top para hacer ejercicio.

¿Sólo esto? ¿Será una señal?

Cuando termino de asearme y ponerme la ropa, bajo y veo a todo el mundo desayunando. Vaya, sí que madrugan.
No soy la única.

—¡Mel! Ahora iba a subir a despertarte, pero veo que ya no hará falta—me comunica León mientras debora su desayuno.—Por cierto, desayuna qué en 15 minutos toca entrenar.

Río hasta que dejó de hacerlo cuando todos me miran seriamente.

—Ah..¿es en serio?—pregunto desconcertada y comienzo a desayunar.

Creo que la ropa sí era una señal.
Ni 24 horas aquí y ya me ponen a hacer ejercicio.

—Con lo débil que eres, contra antes empieces a defenderte mejor. Y date prisa, a Carlos y a mí nos a tocado entrenarte—Habla Hades con su buen humor de siempre, deja su plato vacío y se va mientras yo sigo desayunando.

Pensaba que mi relación con Hades había mejorado después de todo. Pero bueno, seguiré pensando que es bipolar.

Cuando termino el desayuno, Carlos se vuelve a presentar ya que no tengo todavía muy bien dominado las caras ni nombres y me guía hasta el gimnasio.

Al llegar quedo maravillada por lo que veo. ¿Ésto es un gimnasio dentro de una casa?

Són de la Mafia, siempre se me olvida. Tienen de todo lo mejor.

—Bueno...y...¿qué se te da bien hacer?—pregunta Carlos mientras entramos al gimnasio y observo a todos las tareas que hacen.

—Yo...sólo se bailar flamenco—Le contesto mientras hace una mueca de desagrado.

—Eso no es un deporte—suspira desesperado y vuelvo a contestar.

—¿Twerk? Se hacer eso bastante bien—digo mientras desesperado contesta.

—¿Crees que puedes hacer algo de lo que hacemos alguno de nosotros?

Vuelvo a observar a todos y sólo veo artes marciales, pelea con agilidad de cuchillos y más objetos, peso, pistolas...
No se me ocurre nada.

—¿Y si mejor hago ejercicio normal?

—Tú! Sube a la cuerda, ¡llevas 5 minutos aquí y todavía no te veo sudar!—grita Hades malhumorado de golpe mientras me sobresalto asustada y obedezco en seguida.

Subo la cuerda fácilmente ya que tengo bastante resistencia y fuerza por el baile. Espera. Eso es...
Bajo de la cuerda y miro a Hades.

—Tengo resistencia y flexibilidad. O bueno, eso creo...—hablo mientras Hades me mira pensativo y a la vez frunciendo el ceño.

¿A caso algún día lo veré sonreír? A lo mejor así me alegraría la vista.

Mejor dejo de decir estupideces.

Observo a Hades coger un disco de 50 kg y me llama.

—Apóyate en la pared y ponte en pose de sentadilla con las piernas cerradas—explica, y como siempre obedezco. Seguido de eso, me pone el disco en mis muslos y me quejo.

Verdades Ocultas (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora