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Tory echó una mirada rápida a Malia, la cuál la estaba mirando con rabia, le dolía verla así pero sabía que se lo merecía, pero ella no era una chica débil, no podía tirar tantos años de esfuerzo a la basura, tenía que demostrar quién era en realidad Tory Nichols.
El árbitro indicó el inicio de la partida.
Tory fue a atacar a Sam sin pensárselo, la antes mencionada intentaba esquivar todas las patadas y puñetazos que recibía, pero se le hacía cada vez más complicado, en un momento de despiste una patada alta impactó sobre su cara.
Sam se tocó la parte adolorida, sentía cómo su mejilla ardía, se quedó mirando a la rubia unos segundos, podía sentir los flashbacks de las miles de peleas que habían tenido, atormentandola una vez más.
Una voz se hizo presente, dándole ánimos.
- ¡Vamos Sam! Hazle honor al apellido Larusso, sé que puedes con esto. - Gritó Malia con todas sus fuerzas.
Eso a Sam le ayudó muchísimo, saber que su hermana estaba ahí apoyándola incluso estando en el equipo contrario, sintió ganas de llorar al recordar lo mucho que se apoyaban cuando eran más pequeñas.
Tory empezó a reírse al escuchar a Malia, no podía creer lo hipócrita que estaba siendo.
- Venga Larusso, ¿Así de fácil me lo vas a poner?. - Sonrío burlona. - Sin tu defensa, no tienes nada.
Sam miró a su padre el cuál le sonrío, también miró a su hermana y seguidamente a su madre, toda su familia le estaba mostrando el apoyo que necesitaba.
- Tengo el apoyo de mi familia, algo que tú nunca tendrás. - Al decir esas palabras, Sam supo que eso haría que la rubia se pusiera aún más agresiva, justo dónde quería llevarla, al borde del colapso.
Tory apretó sus puños con fuerza, estaba preparada para perder todo el control que quedaba en ella.
Esta vez fue Sam la que empezó atacando, su patada fue esquivada con éxito, pero pilló por sorpresa a la rubia, ya que no se esperaba que la pequeña Larusso atacará primero.
Tomando ventaja de la sorpresa que Tory se llevó, Sam no paró de atacarla, aprovechó que iba a darle una patada alta, para agacharse y poder atacarla antes. Eso funcionó ya que su oponente retrocedió unos pasos saliendose del tatami.
Tory por primera vez sintió miedo, las nuevas técnicas de Sam le recordaban mucho a Malia, esa nueva agresividad y ese afán por ganar era algo, pero sabía que podría con ello.
Sam ganó un punto, lo que consiguió que empatasen, en la tercera ronda se descubriría el ganador.
Cuando el árbitro dió la señal, Sam lanzó una patada directa a la cara de Tory, también agarró con fuerza la pierna de Tory, lo que hizo que esta perdiera el equilibrio cayéndose al suelo, la castaña se aprovechó de eso y le propinó un puñetazo en el pecho.
