Epílogo

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La brisa golpeaba fuertemente esa mañana, aunque el sol resplandecía de manera hermosa en el cielo. La temperatura tan fría del invierno se había ido y le había dado paso a la primavera, la estación favorita de Jimin por excelencia. Estaba caminando por los alrededores del río Han, mientras que frotaba sus manos en el uniforme médico que utilizaba para sus prácticas. Cerca de él, una muchacha bajita, con ojos redondos y marrones que iban a juego con su cabello, no paraba de mirarle. Llevaba el mismo uniforme, por lo que también cursaba las prácticas en el mismo hospital que él, aunque no iban a la misma universidad. Jimin le sonrió amablemente cuando sus miradas se encontraron y la muchacha no dudó en acercarse a él después de eso.

—Es un día hermoso, ¿no? —la muchacha preguntó—. Hola, soy Seegi —extendió su mano en dirección a Jimin—. También hago mis prácticas aquí.

Jimin pudo notar que había esfuerzo en su presentación, realmente quería agradarle. Y lo hizo, de hecho.

—Jimin —sonrió genuinamente y estrujó su mano de vuelta—. Sí, es un día precioso. Aunque, para mí la vista aquí es preciosa, incluso si el clima no es muy agradable.

Seegi sonrió.

—Eso es cierto, siempre es precioso aquí, no importa qué —Seegi estuvo de acuerdo y Jimin sonrió—. ¿Siempre estás aquí solo o...?

—No —Jimin respondió antes de que terminara la pregunta—. Estoy esperando a alguien justo a ahora, de hecho.

—Oh, ya veo —la chica parecía avergonzada—. ¿Debería irme?

—No, no —Jimin aseguró—. Puedes quedarte, no hay problema con esta persona.

—¿Es tu novia?

Jimin sonrió.

—Bueno, no exactamente...

La chica sonrió, casi como si estuviera aliviada, y antes de que Jimin pudiera continuar la frase, Jimin sintió el peso de un cuerpo aferrarse al suyo mientras rodeaba sus hombros con sus brazos. Jimin inclinó la cabeza hacia arriba y sonrió apenas su mirada se encontró con la de Jungkook. Jungkook sonrió de vuelta, dejando un ligero beso en los labios de Jimin. La muchacha en seguida se percató del anillo de plata que envolvía el dedo anular de Jungkook.

—Prometido, de hecho —Jimin terminó la frase—. Él es Jungkook, mi prometido.

Jungkook sonrió al oírlo y extendió la mano en dirección a la chica. La chica tomó la mano con la misma amabilidad, sonreía genuinamente, por lo que Jimin supo que, no lo había tomado como una perdida.

—Oh, Jimin, lo siento tanto —rió—. Estaba intentando coquetear tan desesperadamente porque no conozco a nadie aquí. Todos lo toman como una competencia, es más fácil charlar si creen que quieres dormir con ellos en lugar de sembrar una amistad. Es tan agotador. —Miró el hospital y suspiró—. De verdad. —Miró a Jungkook—. Lo siento mucho, no quería coquetearle a tu prometido.

Jungkook rió, al igual que Jimin.

—No pasa nada, está bien —habló Jungkook—. También sé lo que es el ambiente competitivo en las prácticas —dijo Jungkook con total calma—. Siempre y cuando no intentes volver a coquetear con él, eres bienvenida a pasar el rato con nosotros aquí, si lo deseas.

Jungkook habló bastante serio y Jimin sonrió, encantado con la idea de abrirse a una amistad con la chica y de acuerdo con que, no debía intentar coquetearle más ahora que sabía que estaba felizmente comprometido.

—No te preocupes, no pasará otra vez —aseguró Seegi, soltando una ligera risita cuando vio que Jimin y Jungkook realmente la veían con amabilidad—. Un café ¿quieren? Yo invito. Por el malentendido, ya saben.

—Por supuesto, está bien.

Jimin y Jungkook hablaron al unísono y luego compartieron otro ligero beso en los labios. Seegi sonrió al verlos y siguió haciéndolo durante todo el rato que estuvieron juntos. Jimin y Jungkook, realmente eran de esas parejas que desprendían amor solo por estar junto al otro y eso, era adorable. Al menos, para ella lo era.

PROM NIGHT 本 KOOKMIN MINI FICWhere stories live. Discover now