Una Boda Canina

399 50 16
                                    

Cuando tu destino es la prisión, quieres vivir lo más posible antes de perder la libertad para siempre. O al menos eso pensaba Adam, por lo que la planeación de su boda tomó tan solo dos semanas.

Era algo obvio que esto se debió más que nada a las increíbles habilidades de organización de Tadashi.

Con ayuda de todos, logró hacer la ceremonia más completa y discreta, dado a que no querían que la prensa se enterara, que les fue posible.

–Esto debe ser una broma– gruñó Chery mientras se arreglaba en el espejo.

–Si no querías ¿Por qué accediste?– preguntó su novio.

–Tadashi insistió mucho– hizo una mueca –Pero imagínate, debo casar a mi ex novio y su nueva insoportable pareja– acabó de ponerse delineador.

Tocaron la puerta.

–Pasen– habló Kojiro.

–Estos idiotas necesitan ayuda con su corbata– dijo Miya en lo que entraba al cuarto.

–¡Tú tampoco sabes abrocharla!– se cruzó Reki de brazos.

–Pero yo soy un niño– lo miró burlón.

–Solo cuando te conviene– bufó.

–¡Creo que lo logré!– se emocionó Langa..

Lo observaron. Había atado la prenda como si fuese un logro.

–Amigo, se te ve lindo, pero así no se hace– lo abrazó el pelirrojo por los hombros.

–Dios, vengan acá- jaló Kaoru al canadiénse –Ya son técnicamente adultos, no es posible que no sepan atar una corbata– la amarró –¿Entendiste?

Este asintió con emoción y se apresuró a arreglar la de Reki. Así causando un sonrojo en este. Por unos segundos, pudo sentirse como parte de una pareja casada con su mejor amigo.

–Cuando me case con Langa, tú serás mi padrino– le susurró a Miya.

–Eres muy joven como para pensar en casarte– respondió algo molesto.

–Ah, pero si fueras tú con mi hermana.

–¡NO ME GUSTA KOYOMI!– gritó.

–Ok, tranquilo ¿Entonces quién?

–¡No te importa!– salió azotando la puerta.

Reki se quedó quieto unos segundos. No recordaba alguna vez en que el chico se hubiera molestado con él.

Joe posó su mano sobre su hombro y apretó buscando apoyarlo.

–¿Saben? A veces la ignorancia es la clave de la felicidad– les dijo a ambos –Dejen en paz al niño, se los dirá cuando él se sienta cómodo de hacerlo– murmuró –En lo que eso pasa, quiero que en la boda se comporten– los abrazó .

–Por favor– suplicó Cherry –Yo iré a hablar con Miya– se levantó.

–Te acompaño– se apresuró a decir Reki.

–No creo que...

–Cherry, no quiero decepcionar a Miya otra vez– murmuró –Así que voy a ir contigo– se decidió.

El pelirrosa terminó accediendo de mala gana y se fueron.

–Oye– agarró Kojiro a Langa.

–¡No me he comido nada!– dijo el peli celeste con cierto pánico.

Soltó una carcajada –Tranquilo, hoy no tengo pruebas de que lo hayas hecho– le dio un ligero golpe –Prométeme algo, chico– se sentó frente a él.

Más allá del infinitoWhere stories live. Discover now