El heredero del príncipe meztizo.

Parte 8: Regalos para Harry

Un 31 de julio Harry salía de la escuela y veía como a lo lejos su primo se iba con otros niños a quien sabe dónde, claro eso no importaba porque sin importar que hiciera su primo por jamás ameritaria que lo regañaran y pensó que era lo mejor que no estuviera su primo porque cuando estaba solo lo molestaba cuando hacía el quehacer o algo que le habría dejado hacer su tía Petunia. Era un suerte que no estuviera el día de su cumpleaños. Regresaba por el mismo lugar que caminaba todos los días una vecina que siempre lo saludaba llamada Arabella Figg, era la única que le hacía conversación de vez en cuando y lo trababa con respeto y de manera dulce, la que a veces le daba cosas o comida, ella era diferente al resto. Se dirigió a él.

Arabella F: Buenos días, joven Harry

Harry: Buenos días señora Figg

Arabella F: Oye te estaba esperando, quería darte algo, espera aquí, Harry

Harry espero y volvió a salir la vecina con un pequeño pastel.

Arabella F: Trabajo en una escuela y el día de hoy uno de los maestros me dio esto, sería una lástima que se quedará ahí, yo voy de salida y prefiero que tú lo disfrutes.

Harry pensó en la concidencia que había, justo el día de su cumpleaños y se alegro, tenía mucha suerte a veces y lo acepto con una sonrisa. Sabía que no habría problema, su tío Vernon estaba trabajando, su Tía Petunia llegaría hasta tarde porque había ido a visitar a Marjoríe Dursley.

Se metió a la casa y fue a su habitación, bueno, mejor dicho debajo de las escaleras. Y cuando abrió vio nuevamente lo que tanto esperaba su regalo de su protector anónimo.

Siempre cada cumpleaños le llegaba sin ninguna explicación ni una pista de quién podría ser un regalo con una nota.

Esta ocasión eran 3 libros con el título "Todo acerca de pociones" volumen 1, 2, 3 con una nota que decía "Para: Harry Potter
Feliz cumpleaños. Te dejó estos libros, creí que se te harían interesante. Cada vez más cercas de conocernos"

No era la primera vez que la persona le mandaba libros, unos eran de runas, otros de hechizos y maleficios, defensa contra las artes oscuras y titulos así que podrían sonar muy fantasiosos o ficticios pero sin duda muy interesante
Algunos.lo tuvo que leer 2 o 3 veces más para matar el tiempo.

Sus tíos no sospechaban porque jamás se metían en su cuarto, bueno también era un lugar muy chico pero aunque fuera una habitación como la de su primo Durley jamás lo harían porque simplemente tener contacto con el así fuera el mínimo le daba asco, como si contagiara algo, entonces menos le ponían atención a su habitación, pero el día que lo vieran, de inmediato se darían cuenta porque para empezar sus tios no tenían y no compraban libros. Su primo Durley lo único libros que tenía eran los de la escuela y eso se veían intactos y no era por falta de dinero sino que ellos muchas ocasiones dijeron que los libros eran para los mataditos sabelotodos o las ratas de biblioteca.

Harry guardaba sus libros en una caja de cartón debajo de su cama junto con las cosas que consideraba más importante, en ello se encontraba todo los regalos que eran de la persona anónima, también sus notas de felicitación de algúna maestra por sacar buenas calificaciones o tener un buen rendimiento académico, que a decir verdad el recordaba el primer año cuando en su boleta final saco el mejor promedio y su tío Vernon se enteró y lo sintió una ofensa por parte de Harry porque Durley había sacado menos y eso no podía ser, le pego y lo castigo con quehaceres domésticos durante sus vacaciones aunque a decir verdad así se portará bien siempre tenía que hacer quehacer de toda la casa, ir por las compras del hogar el solo y dependiendo el humor de su tía Petunia el hacer la comida a veces. Aunque pasando el tiempo empezó hacer cada vez más rápido sus deberes, el hacerlos continuamente hizo que de alguna manera ya tuviera su tip o mañas a la hora de hacer quehacer.

Aún así esa vez no comprendió porque su tío Vernon considero una ofensa su promedio, le pego y lo dejo encerrado esa vez lloro confundido y sintió cercas de el una presencia, que tal vez no hacía nada como abrazarlo o mover cosas pero se sentía en compañía, pensó que tal vez tanta soledad su cerebro le creo una especie de amigo imaginario, lo único que hacía rechazar su teoría fue que esa vez que se sintió acompañado mientras lloraba olió un aroma muy peculiar, el no sabría decir con exactitud a qué olía y la única manera que se lo podía explicar era que sentía que olía como aquellos ingredientes raros que decía su libro de “Pociones para principiantes", se imaginaba que hacía olería aquellas pociones que tanto hablan sus libros.

Esa vez se quedó dormido llorando y despertó en la madrugada, lo más sorprendente pareciera que fue la presencia invisible con aroma, pero no sino que le llegó una nota con una caja y la nota resultaba nada más y nada menos que de su protector anónimo.

"Para: Harry Potter

De: Anónimo

"Se que estás acostumbrado a saber de mí solo cuando es tu cumpleaños, pero hoy haré una excepción porque lo amerita, me he enterado por mis métodos que fuiste el mejor en tu clase y eso amerita un regalo de mi parte. Se que te han dicho lo contrario, que es algo de lo que te tienes que avergonzar y te pido que no los escuches y sigas así. Estoy orgulloso de ti, Harry"

Eso fue suficiente para que Harry se esmerara mucho más, saber que alguien decía que estaba orgullo de él, alguien que le respondio su duda, el estaba bien, no su tío Vernon, sin importar que así fueran sus vacaciones cada año con castigos, él no dejaría de hacer sentir orgulloso a la persona anónima. Después de leer la nota abrió la caja y había cosas para pintar, acuarelas, brochas, etc. Un kit básico pero tenía lo necesario como si la persona supiera lo mucho que le gustaba dibujar y el deseo de quererlo hacer en pintura.

Y así hubo excepciones por parte de su protector anónimo y bueno a ahora en su cumpleaños número 8 la persona nuevamente lo había sorprendido. Aunque el siempre se preguntaba cómo le hacía para meter los regalos a su habitación sin que nadie lo viera, era una especie de Santa Claus aunque nunca le llegaba nada en navidad por parte de Santa Claus pero su protector anónimo nunca fallaba.