Las lecciones

3.7K 249 10
                                    

Hoy nos tocaba ir a casa de nuestra abuela, por lo que tengo entendido, quiere hacernos un cambio de imagen.

-Charlotte anota ¿quieres? -Dijo Clarisse -Amelia da vuelta para evaluar el trabajo que se hará.

Le di un codazo a mía, pero está ni se percató

-¡Amelia! ¿Acaso tú mala postura afecta tu oído? ¡Gira! -Dijo

-¡Ah si! - Mía torpemente giro muy rápido a lo que me comencé a reír.

-No no no, gira despacio - Mía comenzó a girar más lento a lo que Charlotte tomaba nota.

-Bueno, ¿postura? Obvio, ¿Cabello? ¿Complexión? ¿Ojos? Hermosos, ¡pero ocultos en unos arbustos salvajes!. ¿El cuello? Está bien, ¿Las orejas? Iguales a las de su padre.

-¿enserio? -Dijo mía

-¿Y esto? -Dijo tomando las manos de mía- ¿Quién trae las uñas así?

-Todo el mundo..

-Para mañana quiero esas uñas limpias, y usarás medias no mayas ni calcetines. Y no quiero volver a ver esos zapatos.

Clarisse se acercó a mí y comenzó a inspeccionar.

-Bien Charlotte vuelve a tomar nota. ¿Postura? Bastante bien. ¿Cabello? Bien cuidado. ¿Complexión?, ¿Ojos? Casi iguales a los míos. ¿Cuello? Está bien. ¿Orejas? Iguales a las de su padre.

Yo simplemente asentía

-Quiero ver tus uñas Liah -Clarisse tomo mis manos -Están bien. A partir de mañana usarás medias, y te cambiaré los zapatos.

Yo asentí

-Ahora iremos al siguiente paso.

Nos dirigimos al salón para poder practicar. Hasta ahora no era difícil.

-Cuando caminan ante la gente, están en escrutinio todo el tiempo -Dijo Clarisse- y no nos encorvamos así!

-Cuando caminan ante la gente, están en escrutinio todo el tiempo -Dijo Clarisse- y no nos encorvamos así!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Charlotte se reía junto conmigo, ya que enseñarle algo a mía era imposible.

-Los hombros hacia atrás, nos sentimos altas, cuida la cadera y transfiere el peso de una pierna..

Mía comenzó a hacer caras a lo que Charlotte comenzó a reírse sin parar y obviamente yo no me quedaba atrás.
Luego de eso Clarisse nos enseñó a sentarnos como unas "princesas"

-Las princesas no cruzan las piernas en público -Dijo Clarisse -Porque no cruzan un tobillo detrás del otro y ponen los brazos con gracia sobre las rodillas. No creo..

Mía Quiso hacer el intento pero termino cayéndose

-Charlotte es hora de tomar el té...

Me pare para ayudar a mía a levantarse, realmente ser princesa no es un trabajo fácil, imagínate ser reina. Moriremos en el intento.
Tomamos nuestras cosas luego de terminar de tomar el té con la abuela y nos dirigimos a nuestra casa.
Saludamos a mamá y nos sentamos a platicar sobre nuestro día.

-Dime, ¿Cómo puede una madre? o bueno en realidad cualquier persona, ¿ir a una junta de padres en la escuela de sus hijas, conocer a un maestro y salir con una cita? -Dijo mía

-Mía, el señor O'connel no es casado, No está viviendo con nadie, además no está horadado, tatuado ni tiene trasplantes. ¿Saben lo difícil que es encontrar eso en San Francisco?

- ¿Y jamás se te ocurrió que si sales con uno de los maestros, eso les dará la oportunidad a los otros de reírse de nosotras por el resto de nuestras vidas? -Dijo mía

-No es tan malo, pero por parte si. Mía tiene razón, hace más de tres años sufrimos burlas en nuestra escuela y mía sufrió más, ¿no te parece que tendrán más motivos para hacernos la vida imposible mamá? -Dije

Mamá suspiro

-Tienen razón, no lo pensé. Es que Patrick... El señor O'connel es un hombre tan agradable, es un caballero y no he conocido a alguien así en tanto, tanto, tanto tiempo. -Dijo mamá

-Lo Entendemos mamá, está bien. -Dijo mía algo decepcionada a lo que se paró y se fue a su habitación.

Mamá realmente quería ser feliz con el señor O'connel y ni mía ni yo podíamos prohibirle tener algo con el.

-Mama, yo sé que el señor O'connel es un buen hombre, pero en estos años solo has pensado en ti y en cuidarte tu. ¿Nunca te pusiste a pensar, que nosotras sufriríamos más? Han pasado dos meses de la muerte de papá, y siento que lo superaste rápido, pero nosotras no.

-¿No hago nada bien últimamente verdad? -Dijo mamá

- No es eso mamá, solo piensa más en nosotras. Y si quieres mi opinión, te verías muy bien con el señor O'connel. -Sonreí y me levanté para irme a mi habitación.

Tengo que superar la muerte de mi padre, y dejar que mi madre sea feliz con otro hombre. Lo menos que quiero es que sea infeliz.




El Diario de la princesa [Editando Y Pausado]Where stories live. Discover now