El Diario de la princesa [Editando Y Pausado]

La verdad

Luego de que Joseph me trajera a mi casa, mía no me dirigió la palabra hasta en la noche que llegó mamá de trabajar.

-En quince años no pudiste hallar ni un minuto para decirnos que nuestro padre era de la realeza?!!

-Creí que era lo correcto -Dijo mi madre

-Mama! nos ocultaste algo así, y dices que fue lo correcto? 

-Lo correcto para quien mamá? -Dijo mía enojada

-Para todos! -Dijo mi madre

-Para ti quienes son todos? -Dije enojada

-Mira, si nos divorciábamos en secreto él podría hallar a una mujer que se podría quedar en Genovia, le diera herederos y yo sería libre de vivir mi vida con ustedes!   

Me levanté de mi silla y fui directo a las escaleras, realmente no quería Oír excusas de mi madre 

-Nos conocimos en la universidad -Dijo mientras me detenía- Yo era joven y... Quería pintar... puedes imaginarme caminando un paso atrás con alguien por el resto de mi vida? Con todas esas reglas, saludando haciendo caravanas y arrodillándome? ¡Estaba asustada! 

-¡Pero porque mentirnos mamá! -Dije 

-¡Porque estaba asustada hija!

-Pues vivir con una madre que nos mintió por quince años nos asusta mas a nosotras! -Grito mía 

Mía comenzó a subir las escaleras conmigo dejando a mi madre con la palabra en la boca.

-A dónde van? 

-Iremos a arreglar la alcoba real madre.

Mamá nos siguió hasta la habitación, pero solo nos veía. Comencé a desmaquillarme y mía arreglaba su cama.

-Hijas -Dijo mi madre

-Mama, estamos cansadas para seguir escuchando excusas -Dijo mía 

-Solo escuchen lo quiero decirles 

Me di la vuelta y me acerque a mi madre que estaba sentada en mi cama 

-Adelante, te escucho.-Dije 

-después del divorcio nos sentamos a discutirlo. Tu padre y tú abuela acordaron guardar sus distancias para que pudieran tener una vida normal sin tantas complicaciones emocionales. Íbamos a darles la noticia cuando cumplieran dieciocho, pero al morir su padre las cosas cambiaron Liah. Queríamos protegerlas..

-Mama yo..

-Correcto, sabes algo? No nos sentimos protegidas o al menos yo, trata de vivir quince años creyendo que eres una persona y a los cinco minutos ya eres una princesa. ¿Sabes que? Si acaso crees que no hemos recibido suficientes burlas ¡añádale la tiara! 

Mamá suspiro. 

-¡Bien! Les dejo su sopa..

-No tenemos hambre, pero gracias -Dije 

-Como quieran -Dijo mientras cerraba la puerta.

Mía se sentó en mi cama y me abrazo. Realmente esto era mucho para nosotras, que pensaría la gente de nuestro al rededor? 

-Mia entiendo que estés enojada, yo también lo estoy. Pero hagamos un esfuerzo, aunque sea por papá. 

-Es todo tan repentino Liah

-Lo se, pero ahora que me pongo a pensar, quien de las dos estará en el trono el día de mañana? 

-¿No escuchaste a la abuela? Estaremos las dos. 

-¿Las dos? ¿Acaso hay dos tronos? 

Mía suspiro

-No hace falta que te cases, puede haber dos reinas supongo Liah.

Acaricie el cabello de mía y dejé un beso en su frente

-Bueno, no pensemos en eso, mañana hay clases y no podemos llegar tarde. 

Mía se levantó de mi cama y se acostó en la suya, mientras apagaba su lámpara.

Ojalá todo esto se tranquilice, no puedo con todo este lío.