Nuestro Destino - Camren

Parte 76

Camila comienza a besarme con sus manos aferrándose a mi cadera.

—Deja que te ayude mi amor.—

Mi novia me coloca debajo de la regadera para seguir mojando mi cabello, ella toma mi shampoo para ponerlo sobre mi cabeza.
Camila comienza a lavar mi cabello, sentir sus dedos y el pequeño masaje que me está dando, me agachó un poco para que mi sol pueda alcanzarme perfectamente y no tenga que estar de puntitas.

Cuando termina de lavar mi cabello, toma el jabón líquido con la esponja de baño para comenzar a frotar por todo mi cuerpo.

Al terminar, Camila quiere que comience a enjuagarme, pero lo que hago es tomar su shampoo para comenzar hacer lo mismo que ella hizo conmigo, mientras ella está parada frente a mí con sus ojos cerrados dejo varios besos por todo su rostro.

Juntas entramos debajo del agua para quitarnos todo el jabón y shampoo, yo termino antes por lo que me quedo viendo a Camila, como el agua baja por su rostro, el cuello y una vez que pasa por sus pechos siento mariposas en mi estómago, no lo soporto más y mi boca va directamente para atrapar su pezón entre mis labios, Camila deja escapar un jadeo mientras sus manos buscan mi cabello.

—Mi amor.—

—No tienes idea de cómo extraño tu cuerpo, tu sabor...—

Dejo de hablar para tomar su otro pecho, no quiero otra cosas más que sentirla.

Ya no puedo más, la necesito y la deseo como solo con ella lo he sentido.

Cierro las llaves del agua para después tomar dos toallas para quitarnos el exceso de agua de nuestro cuerpo, literalmente solo pasamos las toallas de manera rápida, nuestras manos solo quieren estar en contacto con la piel de la otra, dejo mi toalla en su lugar, Camila la deja caer en el piso, levanto una ceja y se comienza a reír.

—Es costumbre.—

No es algo que me importe mucho.

La jalo a mi cuerpo, la tomo de su hermoso trasero para levantarla un poco y Camila coloque sus piernas al rededor de mi cuerpo.
Definitivamente necesito mejorar mi condición física de antes, ya que siento un poco más el peso de mi novia y se perfectamente que ella no ha subió de peso.

Llegamos hasta la cama entre besos.

—Lauren, quiero que me cojas...—

Volteo a verla y su mirada es completamente sería, sabe lo que quiere y como lo quiere. Dejamos de lado lo romántico para solo ser pasionales.

La tomo de la cadera para después abrir sus piernas y pasarle la lengua por sus labios, la escucho jadear mientras arquea su espalda.

Comienzo a jugar con su clítoris de forma lenta, quiero se acostumbré, que ruegue por más, que me necesite tanto como yo la necesito.  Camila tiene una mano en mi cabello para que no me mueva de mi lugar, su otra mano está sobre uno de sus pechos mientras lo presiona un poco sus caderas hacen un vaivén moviéndose sobre mi lengua.

—No pares mi amor.—

Decido no contestarle porque literalmente yo tampoco quiero parar.

Sigo recorriendola con mi lengua, puedo notar como su esencia se mezcla con mi saliva, ingreso mi lengua en su entrada haciendo que camila suelte un gemido mucho más alto que los anteriores, sin esperar mucho tomo su clítoris entre mis labios para succionarlo muy despacio, los gemidos de Camila me están volviendo loca cuando ya no puede más suelta sus manos de mi cabello y su pecho para tomar con fuerza las sábanas de la cama, su pecho sube y baja tratando de tomar más oxígeno, dejo su centro para subir y besarla de forma desesperada, sin dejar que se recupere por completo. Aunque no tengo la misma fuerza que antes logro mover a Camila para voltearla y dejarla boca abajo, hago que se ponga de rodillas aunque sus piernas aún no son muy estables, para después colocarme detrás de ella en la misma posición que la deje, coloco su cabeza sobre mi hombro, su trasero pegado a mi cuerpo y con mi mano derecha comienza a estimularla una vez más, su orgasmo fue hace pocos minutos por lo que sigue tan sensible que rápidamente los gemidos comienzan de nuevo, mi mano izquierda la subo por su torso, después sus pechos para después colocar mi mano sobre su cuello sin ejercer algún tipo de fuerza o presión.