El amor llega cuando menos te lo esperas, pero si cuando más lo necesitas.
Camila necesitaba una señal y el destino se la presento.
Lauren aprenderá que la vida tiene otros caminos para ella que no siempre son lo que imagino.
Un encuentro casual...
De un momento a otro salgo del país de los sueños, miro el reloj en mi mesa de noche para ver que son las 4:28 de la mañana.
-Joder. -
No fue buena idea quedarme dormida a las seis de la tarde, tuve que comenzar a combatir el jet lag. Cierro de nuevo mis ojos tratando de volver a dormir, doy varias vueltas por la cama, pero nada. Me resigno al hecho que no podré volver a dormir. Al levantarme de mi cama abro las cortinas eléctricas con el control remoto, aun esta oscuro a fuera...
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-Lo mejor será ir por un café a la cocina y una buena de dotación de galletas. -
Bajo las escaleras hasta llegar a la planta baja dirigiéndome a la cocina. De la alacena saco una lata con mi café favorito, coloco todo lo esencial en la cafetera para que esta comience hacer su magia.
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Mientras espero abro mi refrigerador notando que claramente tendré que ir de compras y que Lali vino a comerse toda mi comida, lo cual no es malo ya que varias cosas pasarían la fecha de caducidad mientras yo estaba en Paris.
Tomo un pedazo de papel que encontré en la cocina junto un bolígrafo, comienzo anotando todo lo que necesitare para una semana.
La cafetera hace un sonido indicando que está listo, tomo una gran taza agregando el líquido oscuro, un poco de endulzante y algo de crema para café sabor avellana que encontré en la alacena.
Bebo mi café mientras sigo anotando cada producto que recuerdo.
Una vez terminada la lista la dejo sobre la isla de la cocina. Llevo mi taza conmigo a la sala, al estar sentada en el sillón no puedo evitar pensar en lo grande que es este lugar y en lo sola que me hace sentir.
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