Parte 25

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POV. Lauren

El camino al departamento me parece una locura, jamás imaginé que estaría regresando a vivir ahí después de tanto tiempo.

Recuerdo perfectamente el día en el que estaba empacando mis cosas para vivir junto a Emma. En ese momento nunca cruzó por mi cabeza que podría volver a ese lugar.

Al llegar al subterráneo del edificio hablo con Barton para que el se ponga de acuerdo con los demás sobre el turno, en este lugar no hay espacio designado para la seguridad como lo tenía en casa...

En el elevador solo me acompaña Liz mientras los chicos se quedan abajo para organizarse.

—¿Esta bien señora?—

Comienzo a odiar esa pregunta. Me encantaría que pudieran definirla un poco mejor.

—He tenido mejores días Liz.—

Me limito en contestar, el elevador se abre en mi antiguo piso. Una vez las puertas se abren las luces se encienden de forma automática dejando a la vista el lugar.

Básicamente todo está igual excepto por una mesa de billar que es propiedad de Jack

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Básicamente todo está igual excepto por una mesa de billar que es propiedad de Jack.

Suelto una pequeña risa por lo absurdo de la situación...

—Me llevaré su maleta a la recámara.—

—Yo lo hago Liz, mejor ponte de acuerdo con los demás. Creo que necesito un momento.—

Liz duda un segundo en sí dejarme sola o no, pero al final hace justo lo que le pido.

Tomo la maleta para ir a la que alguna vez fue mi recámara. Todo está perfectamente limpio y solo es gracias al servicio de limpieza del edificio.

Dejo la maleta a un lado de la puerta para volver a salir a la sala de estar.

Camino hacia el estante donde Jack dejo algunas botellas con alcohol. Tomo la marcada con whisky para servirme un trago. Justo ahora no tengo nada que hacer, dormir no es parte de mis planes en este momento.

Comienzo a jugar billar, tratando de concentrar mi mente en otra cosa que no sea Emma, Leni o incluso en la misma Camila.

Vuelvo a tomar el vaso para dar un sorbo cuando el elevador se abre. Por un momento pienso que son los chicos o Liz.

Unos zapatos de tacos son los encargados de dejarme en claro que no es ninguno de ellos. Levanto la vista para ver a Lana parada a unos metros de mi.

Nuestro Destino - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora