El amor llega cuando menos te lo esperas, pero si cuando más lo necesitas.
Camila necesitaba una señal y el destino se la presento.
Lauren aprenderá que la vida tiene otros caminos para ella que no siempre son lo que imagino.
Un encuentro casual...
Cansada es la palabra que me podría describir mejor, ahora me estoy haciendo cargo de más de la mitad de los clientes de mi padre. Sé que confía en mí y quiere prepárame para su retiro, pero escogió el peor momento para hacerlo. Mi mejor amiga decidió que por algún motivo que no entiendo dejar de hablarme y ayudarme.
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—Aquí tienes los documentos de la sociedad de Kordei con Brooke—
Rosé arroja los papeles en mi escritorio para después darse la vuelta.
—¿Qué mierda te hice! —
Le respondo levantando mi voz y poniéndome de pie.
—¿De qué hablas? —
Se voltea para mirarme.
—De tu actitud de mierda, no sé qué carajos te hice Rosé y me gustaría que me lo dijeras porque esto entre nosotros se siente horrible. Quiero a mi mejor amiga de regreso, quiero a la chica que conozco desde que somos pequeñas, quiero a mi compañera de trabajo y aventuras...—
Mi voz se comienza a romper mientras estaba hablando por lo que trago el nudo en mi garganta reteniendo las ganas de llorar.
Ella baja la cabeza y comienza a negar.
—No hiciste nada Lisa... es solo que estoy estresada eso es todo. —
Niego con la cabeza ya que no creo ni una palabra que sale de su boca.
—Tu y yo jamás nos hemos mentido, no comiences ahora. —
—No es nada, de acuerdo. — da un paso más cerca de mí, pero aun así dejando una gran distancia de mi cuerpo. —Solo creo que talvez tenemos caminos diferentes, no me necesitas Lisa. Tienes a Jennie y a Lauren, puedes hacerlo sola. —
—¡Te volviste loca! — retengo una vez más las ganas de llorar mientras me acerco a ella. —Amo a Jennie y también lo hago con Lauren, pero ellas no son tú. ¿Qué tengo que hacer para que entiendas que te amo? Eres mi mejor amiga carajo y siento que me estás dando la espalda sin ninguna justificación. —
—Ya no somos unas niñas Lisa. Las cosas cambiaron y van a cambiar mucho más, tú te vas a casar a fin de año, la próxima semana será tu fiesta de compromiso. Concéntrate en cosas más importantes que en mí. —
—Tú también eres importante, por lo menos para mí lo eres, pero veo que yo no lo soy para ti. —
—Lisa...—
—No digas nada, ya lo entendí Rosé. — me doy la vuelta para darle la espalda y poder volver a sentarme en mi silla. —Pensé que éramos amigas, pero veo que me equivoque. — tomo asiento para después concentrarme en los papeles que tengo en frente. —Puede retirase señorita Park y cierre la puerta al salir por favor. —
