El omega del general

Malestares

El palacio del imperio Zheng recibiría a su más importante visitante.

Al príncipe heredero del imperio Cheng.

Aquel heredero no venía solo, según les informaron tendría una sorpresiva acompañante durante su estadía.

Desde muy temprano se levantaron los sirvientes y en prisas adornaron las habitaciones para los visitantes. Todos los preparativos fueron dirigidos por el príncipe mayor del emperador.

Zheng Luo.

-Necesito que todo esté listo y perfecto. Debo destacarme ante mi padre-.

-Lo harás hijo, mantén tu compostura y no seas irrespetuoso-.

-¿Aún no saben a quién traerá el príncipe heredero Cheng?-.

-No, le preguntamos a los Xiao y ellos nos dijeron que tampoco sabían-.

-Madre, ¿les creíste?-.

-Por supuesto que no, pero no puedo ir en contra de Xiao Zhan. Siento que se aleja de nuestra bando y tengo miedo por eso-.

-No te preocupes madre hoy le demostraré a padre lo digno que soy de ser nombrado su heredero-.

La emperatriz miro a su hijo y confío en sus palabras, cada día que pasaba se acercaba el final de una era para empezar otra. Su amado hijo era el heredero.

Muy pronto ella sería la emperatriz madre y nadie podría lastimarla o atacarla.

La era del dolor ya había terminado.

-Príncipe, emperatriz, los invitados ya llegaron-.

Sentado en el trono estaba el emperador y pronto a su lado llegó la emperatriz. Quien vio por fin la cara del misterioso invitado.

Era una omega, la recién postulada princesa heredera.

-Es un placer conocerlos e iniciar los primeros acuerdos después de la guerra. Príncipe Heredero Cheng y su Princesa Heredera espero que no tengamos malos resultados de la junta de hoy-.

Según los rumores, el príncipe heredero Cheng, Cheng Yong, es un joven alfa de gran inteligencia y sensatez, su gran mente le ayudó en la guerra y adquirió la experiencia de convertirse en líder junto a su hermano menor.

A diferencia de su hijo que fue renegado a ser solo un simple espectador de la masacre, perdiendo la oportunidad.

El joven príncipe saludó a la única persona que conocía un poco.

-Buenos días cuñado-. Se dirigió a Xiao Zhan.

Este mismo que no habló por su inesperada mañana tormentosa. Se sentía horrible, le dolía la cabeza, los huesos y tuvo que tomar un té para controlar sus feromonas; Yibo lo notó de inmediato y demostró su preocupación diciendo que él iría a la corte de ser necesario.

Por supuesto que Zhan no lo permitió y por medio de engaños cuidadosos logró que su esposo se ocupara de otro asuntos.

-Buenos días príncipe heredero, princesa heredera-.

-Eres un alfa muy formal-. Dijo la omega.

-¿Cómo está mi hermanito?-.

-Ansioso por verlos y feliz de recibir vistas agradables-.

La sonrisa del príncipe Cheng se hizo más grande, era claro que le gustaba la atención de hermano menor.

-Es una lástima que solo nos quedaremos unos días-.

-Mantén tu espalda recta y compórtate-. Le corrigió la omega.

-Ni siquiera estamos casados y ya tienes el mando, es increíble. Supongo que eso te hace la más especial de todas-.