Lara abrió la puerta y la abrazó, luego la llevó a lavarse la cara.
-- Amiga, ¿qué paso? ¿Estás bien?
-- Sí, estoy bien.
-- Te incómodo ese tema, ¿no?
-- No quiero seguir jugando.
-- No pasa nada.
-- ¿Estás bien?. -- preguntó Luana cuando volvieron. -- Lo siento, hice esa pregunta porque me pareció divertida.
-- Está bien, solo creo que la bebida me revolvió el estómago. -- dijo con una sonrisa forzada.
-- Bueno, me alegró de que eso fuera todo, lo siento.
-- No te preocupes, de veras.
Los chicos no entendían nada de lo que había pasado y, antes de que alguien dijera algo, Lara tomó la delantera y cambió de tema.
-- ¿Qué tal si nos tiramos a la piscina? Hace calor, vamos a despedirnos de este lugar precioso.
-- Claro que sí, nena. -- la apoyó Caio.
Se quitaron la ropa para quedarse en traje de baño y saltaron al agua. Emma también se sacó los shorts y se zambulló. Una vez adentro, se quedó apoyada en el borde viendo cómo se divertían los demás, pero de pronto escuchó una voz detrás de ella.
-- ¿Estás bien?. -- era Diego.
-- Sí.
-- Entonces, ¿por qué te fuiste así?
-- Solo me sentía mal, creo que no me hizo bien beber
-- No te creo, tu amiga le dijo a Luana que no debió haber preguntado eso, ¿qué fue lo que ocurrió?
-- Nada, es solo que es una pregunta personal y no me gusta compartir tantos detalles. No hace falta que finja que en verdad le importa. -- Emma lo dejó y se fue con Lara. Él se quedó con la sensación de que le estaba mintiendo, pero no sabía por qué. -- Creo que me voy.
-- No, ¿por qué? Quédate un poco más.
-- Mañana tengo un compromiso y tengo que levantarme temprano.
-- Entonces voy a buscar mis cosas y nos vamos juntas.
-- No, quédate, tomaré un taxi.
-- ¡No! Vinimos juntas y me iré contigo.
-- En serio, Lara, es fin de semana. Aprovecha para quedarte con Caio y diviértete.
-- ¿Estás segura?. -- preguntó dudosa.
-- Sí, y luego me cuentas todo. -- dijo entre risas.
-- Dale, cuídate.
-- Gracias por invitarme, me encantó la fiesta, pero ya debo irme. -- le dijo a Caio.
-- Oh, no, quédate un poco más, hay habitaciones aquí.
-- Quizás la próxima vez. -- se rió. -- En serio tengo que irme, pero gracias, fue un placer conocerte.
-- Estás invitada a todas mis fiestas, te esperaré. Y el placer fue mío, cariño.
Emma salió de la piscina y fue a secarse. Mientras tanto, Pedro la siguió.
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Una madre por contrato para mi hija [ PAUSADA ]
RomanceDiego fue abandonado por su esposa y ahora necesita una mujer para que sea la madre de Isadora, su pequeña hija de 3 años. Si quieres saber más ven y descúbrelo y si te gusta no te olvides dar tu votó y seguirme para más novelas. ¡UNA MADRE POR CONT...