💲Ꮚ VENDIDO Ꮚ💲JinTae 💲

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"Debo cerciorarme que realmente es virgen"

El miedo volvió a su cuerpo, pero no se movió. No quería que le vuelvan a inyectar, lo que sea que le hayan puesto.

No se hicieron esperar el tacto de unas manos, que tocaban suavemente sus brazos, para colocarlo a los lados. En cuanto sintió que le tocaban las piernas, un escalofrío pasó por su cuerpo.

¿Por qué lo sintió directamente en su piel? ¡¿Y su pantalón?!

Luchó con todo lo que tenía, para poder abrir los ojos, para obligar a su cuerpo a liberarse de esa droga que lo tenía inmóvil.

Esas manos ahora estaban en su cintura, el miedo emanando por cada poro de su piel. Finalmente logró abrir los ojos, sólo eso logró después de tanto esfuerzo.

En su campo de visión que poco a poco se fue aclarando, pudo ver que, efectivamente no estaba en ningún lugar que conozca.

El techo se veía amplio, de color blanco, del cual colgaba un gran candelabro de cristal, en forma de cascada. La luz era tenue, y agradeció por ello, pues sus ojos no sufrieron encandilamiento.

Volvió a sentir unas manos tocar su cintura, y movió los ojos rápidamente para ver de quién se trataba. Sintiéndose impotente por no poder moverse y escapar del tipo que tenía en frente.

Era un joven, de complexión delgada, no muy alto; cabellos rubios, pómulos pronunciados y unos labios carnosos levemente rosados. Sin duda era un joven muy bonito, Tae creyó que era un Omega, pero no sentía ninguna fragancia. O quizás ese joven, era un Beta, aunque le pareció ser muy hermoso y delicado, como para ser uno.

El joven se percató de que despertó y rápidamente se acercó a su lado. Taehyung se asustó, creyó que le inyectarían algo nuevamente, así que siguió intentando moverse con todas sus fuerzas. Sus ojos mostraban la desesperación que sentía y el miedo que lo carcomía.

—Tranquilo pequeño, no debes sobre-exigir a tu cuerpo. Sino, esa droga te hará daño, y puede que tardes más en recuperarte— habló ese joven, con una voz suave y dulce.

Taehyung comenzó a llorar, tenía muchas emociones encontradas, no pudo más.

—Llora, llora si quieres. Todos nos sentimos así al principio— le acarició la cabeza, a modo de consolarlo.

Taehyung lloró más al escuchar eso, porque sonaba a como que nunca saldría de ahí.

El desconocido lo miró con compasión, siguió acariciando la cabecita de Tae, hasta que lo vio un poco más calmado.

—Sé que es difícil, pero debes luchar, mantenerte fuerte— dijo el joven, para volver a su labor anterior.

El miedo en Taehyung volvió nuevamente, logrando mover sus pies un poco.

—Tranquilo, sólo te estoy cambiando. Una falda tan corta y reveladora, ya no es necesario en este lugar.

Taehyung se paralizó al instante, ¿Cómo que una falda? Él no era de usar esas cosas, ¡Con razón sentía las piernas tan frescas! ¡¿Qué demonios le había pasado a su pantalón?!

—Si te relajas, verás que el efecto de la droga, pasará más rápido. Para ello, te ayudaré dándote un baño. Estás lleno de cosas que no te gustaría ver, y al amo, digo al señor Kim, tampoco le gusta la suciedad. Así que coopera conmigo, no te haré daño, sólo te daré un baño. ¿Está bien?— explicó el desconocido, tomando su camisa para sacarla por completo.

Taehyung quería morir de la vergüenza en ese momento, nunca nadie más que su mami, lo había visto desnudo. Ahora ese extraño lo estaba cargando y le daría un baño.