Tae es un Omega del clan Kim de osos pardos, que fue secuestrado al salir de su colegio.
-Déjame ir, por favor.
-¿Acaso te di permiso de hablar?
-Lo siento, señor Kim.
-Te di una orden, ahora obedece y come.
Ꮚ Aclaraciones Ꮚ
(☞ ͡° ͜ʖ ͡°)☞ Jin Alf...
—Tenemos todo listo, he comprado 3 boletos de avión para Nueva Zelanda— explicó el señor Kim a su esposa, mientras ingresaban al automóvil.
—Muy bien, aunque tengo miedo que esa gente conozca también esa ubicación. Por eso, tengo un plan B, en caso que nos llegaran a encontrar— respondió colocándose el cinturón de seguridad.
—Por eso te amo cielo, siempre tan precavida. Lo siento, nuevamente, por no haberles protegido como se merecen— se lamentó el señor Kim, comenzando a manejar rumbo al colegio de su hijo.
—No es tu culpa, ya te lo dije. Es ésta sociedad podrida, que ven a los Omegas como objetos festivos. Pero no dejaremos que esa vida le toque a nuestro pequeño, Taehyungie es una alma pura, un amor y nosotros nos encargaremos de que siga así— sentenció con seguridad.
—Tienes razón, vamos a proteger el brillo de nuestro pequeño. El mundo necesita de un ser como él, para mejorar— apoyó a su esposa, quien le dio el valor que estaba perdiendo.
Por eso la amaba tanto, ella era su pilar, su fuente de energía. Ella y su hijo, eran su todo y los defendería siempre.
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Taehyung no tiene idea cómo sobrevivieron al mar de feromonas, pero ahí estaba alistando sus útiles porque al fin las clases habían terminado.
—¿Quieres que te acompañe a casa?— ofreció JungKook, por algún motivo, no quería dejarlo solo.
—Te lo agradecería, pero mamá llamó a la dirección. Dice que está viniendo a recogerme— se encogió de hombros, ella había dejado de recogerlo desde que ingresó a secundaria.
Era extraño, pero necesitaba de ella en esos momentos. Además de que pronto sería hora de tomar su siguiente supresor, y él había olvidado sus pastillas en casa. Aún no se acostumbraba a su nuevo yo. Ese día confirmó su teoría, crecer apestaba, definitivamente no era nada cool.
—Bueno— respondió JungKook, desanimado.
Al caminar por los pasillos, Taehyung deseaba poder ver a Yoongi para arreglar las cosas. Quizás, por lo menos podrían ser amigos aún.
—Dale tiempo, sabes que estuvo enamorado, ilusionado con que tú lo marcaras— JungKook le dio aliento, al percatarse de que Tae buscaba a Yoongi con nada de disimulo.
Tae sólo asintió, ésta situación era mucho para él. Necesitaba algo que lo animara.
Ambos se sentaron en la banca que se encontraba en la jardinera del colegio, para esperar a la señora Kim.
En ese momento, Taehyung recordó los increíbles helados de fresa con castañas y chocolate que tanto le gustaba. Estaba seguro que eso levantaría su ánimo.
—¡Quiero helado!— saltó de repente de su asiento, asustando a JungKook.
—Está bien, pero no me asustes— lo regañó, poniéndose de pie junto a su amigo.