Siempre he sido solitario. Nunca sentí la necesidad de ser respaldado por alguien, quitando a mi padre, que es el único ser humano, que en mayor o menor cantidad, me importa.
Pase toda mi vida en Outer Banks, los Bancos Externos, o como quieran deci...
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Daphne pov:
Mi corazón palpitaba con tristeza. Al parecer estaba demasiado triste como para disfrutar verme frente a un espejo con un largo y bello vestido.
No me malentiendan, el vestido era maravilloso, me habia maquillado, peinado, arregle mis uñas, me perfume, intententé muchas formas para cubrir mi preocupación, pero era inevitable.
Jj estaba en la cárcel. Sí.
Al parecer Topper denunció el hundimiento de su bote y la policía detuvo a Jj esta mañana.
Mi corazón esta roto. El es mi primer amigo de verdad, solo quiero que este bien pero el solo hecho de imaginarlo llorando, pasando frío y hambre acaba con mi paz mental.
- Te ves muy linda hija.
Mamá irrumpe en mi cuarto como si nada. Ella siempre pasa ya que la puerta esta abierta, no me deja cerrarla, no respeta la privacidad.
- Gracias.-musito en tono bajo, mi tristeza es evidente y sé que ella va a notarla, pero no quiero decirle nada al respecto.-
- ¿Todo bien?-me observa con sus cejas fruncidas. Ella lleva un vestido color bordo muy hermoso. Conbina con su cabello rojizo, cabello que yo heredé.-
- Sisi, todo bien.-sonreí para no preocupar.-
- Bueno, me encanta tu vestido. Y no te preocupes, no nos quedaremos toda la noche, solo iremos por unas horas, luego puedes volver y dormir. Luces algo cansada.-mamá evalúa mi cara con atención observando mis ojeras, las que trate de ocultad a toda costa con el corrector de ojeras pero ahora mismo estoy dudando de si hice un buen trabajo.-
Mi piel es tan blanca y transparente que cualquier cosa que me pase se transparenta y es tan evidente. Mucho más si se trata de mi rostro.
- Si...-musito quitandome de su interrogatorio a mi piel y volteo al espejo otra vez.-Por cierto, tu vestido tambien esta muy lindo. Me encanta como te queda el tonoq bordo junto con tu cabello.
- Nacimos hermosas, hija. Debes agradecer los dotes físicos que te he dado.-comenta de forma arrogante sentándose en mi cama. Pero no lo dice en serio, solo es broma.-
- Tienes razón, al menos por suerte heredé eso y no los ronquidos de papá.-le sigo el juego y ella lanza una risita.-
- Voy al baño, y nos vamos ¿si? Papá ya esta listo, esta abajo esperándonos.
- Esta bien, ya bajo.
La veo cruzar mi puerta y volteo una vez más mientras me miro frente al espejo.
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