꒰@CYBERWAVE꒱♡ 90s | Genya Shinazugawa

𝘤𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘷𝘦𝘪𝘯𝘵𝘪𝘶𝘯𝘰.

Este era el momento más especial de su vida. El momento en que estaba a punto de dar su primer beso.

Ella se veía tan linda, la forma en que acariciaba su palma lo hacía suspirar y delirar de amor y esa mirada... Esos ojos iluminados y preciosos que solo podían verlo a él. Las luces de la rueda cambiaban a menudo y formaban distintos patrones y el resplandor de la ciudad que se colaba por la ventanilla era el responsable de llenar de luz y brillo los ojos de su amada.

La amaba y era por eso mismo que no podía esperar por hacer miles de cosas nuevas con ella. Con toda la valentía del mundo apuñó los ojos y de forma rápida acabo con la distancia que los había estado separando.

Después de tanto, La besó.

¿Que era esta sensación?
Quizás la más hermosa que había sentido en toda su vida.
No sabía ni como describirlo, sentía como su corazón latía apresurado y por el contrario un sentimiento de tranquilidad, calma y paz se instalaba en su pecho. Tanto sus mejillas como sus orejas estaban rojas y no era para menos.

Sintió un leve temblor en sus piernas lugar donde estaban reposadas las manos de la contraria.
Ella estaba tan contenta que no pudo evitar temblar de la emoción.

A pesar de que fuese un beso torpe y sin experiencia simplemente lo tenía todo para ser mágico.

Se separó por un momento y con lentitud e inexperiencia empezó a dar pequeños besitos en su mejilla.

Todo lo hacía con tanto cuidado y amor que T/n sentía que estaba a punto de desmayarse. Él en tan poco tiempo se había convertido en su todo...

-¡Terminó la vuelta! -Matando todo el ambiente la puerta del cubículo fue abierta de golpe mostrando a uno de los empleados.

Sorprendidos ambos se separaron para ver lo que había pasado.

El señor no pudo sentirse mal al ver el terror y vergüenza que demostraban sus expresiones. Su boca quedó formada como una "O" le costaba formular palabra por lo incómodo de la situación.

-Oh, ¿Se estaban besando? Tranquilos, yo no miró -Habló cubriendo sus ojos.

Por la pena ambos jóvenes se coloraron como tomate de pies a cabeza. Sin decir nada ambos salieron disparados murmurando cosas sin sentido.

Nervios, nervios y más nervios.

¡¿Cómo iban a mirarse a los ojos después de eso?! ¡¿Cómo?!

Ni siquiera sabían a dónde caminaban, solo seguían la corriente.

Genya no podía creerselo, definitivamente no. ¿Enserio se había atrevido? Y para rematar... ¿Enserio los habían descubierto?

Rascó su nuca mientras mordía sus labios ¡No quería ponerse tan nervioso en momentos como estos pero le era imposible!

La había besado... SE BESARON y los descubrieron, DESCUBRIERON.

Sintió como su corazón se paró por un momento al pensar en ello pero algo más se le cruzó por la mente.

Tenía que ser un chico fuerte, ¿Y si T/n llegara a malinterpretar su comportamiento? No podía pensar en hacerla sentir mal, jamás. Él la amaba y por supuesto no quería llegar a convertirse en la causa de cualquier mal o tristeza para la joven.

Se esforzaría por hacerla feliz cada día, cada vez más; se esforzaría por demostrarle cuánto la quería y apreciaba sin importar cuan difícil y complicado fuese para él debido a como era.

Con cuidado miró por el rabillo del ojo y vió como su acompañante traía la mirada gacha, su cabello cubría su rostro por lo cual no podía ver la expresión que traía. Eso le preocupó, tenía que actuar. Si esperaba tener algo con ella -Cosa que anhelaba con todo su ser- debía dejar de ser tan tímido.