|| Capítulo 5 ||

63 13 0
                                    

Decido dormir en el sillón de la sala después de ver que Maia está bien; me acomodo y miro por la ventana hasta que pueda conciliar el sueño, tengo mucho que pensar que es imposible sentirme cansado, primero con lo que sucedió con Magnus, aún no logro entender que sucedió, y después con ese chico Raphael del cual no pude ver nada dentro de sus ojos pero por ello si pude observar fragmentos de una visión en mis propios ojos. Aún no logro entender mucho esta condición que tengo, ni siquiera se manejarlo bien como para saber si esto influyo en la muerte repentina de Magnus o si hay excepciones de personas, y aunque intente obtener respuesta sé que no voy a conseguirlo, esto que soy no es normal.

"Simón, terminemos esta relación, ya no quiero seguir más a tu lado, he estado saliendo con Jordán por años, a tu espalda. Quiero irme con él, no quiero seguir con esta relación, estoy cansada de esto, no te amo..."

A pesar de que los anteriores temas son importantes, no puedo ignorar la situación que estoy viviendo en estos momentos con Maia, aunque estoy tranquilo de todo lo sucedido, de lo que he escuchado y me he enterado, se que mañana puedo actuar distinto y no estoy del todo preparado para afrontarla, afrontar que todo acabara de manera repentina y seremos solo desconocidos, quiero dejarla ir pero también sé que puedo actuar todo lo contrario.

Bostezo un momento después mientras me acomodo en el sillón viendo que la luna está en su punto alto brillando con mucha fuerza, por alguna razón aquello me hace recordar al famoso asesino "Descorazonador" así que agarro mi celular para buscar si hay noticias de él y de su caso del chico encontrado cerca de la laguna, pero me sorprendo cuando hay una nueva noticia. Una chica fue encontrada hace algunas horas, cerca del atardecer, detrás del hospital que visite más temprano, y como todas las demás victimas fue encontrada sin su corazón, dando la señal de quien fue, de quien hizo aquello despiadado.

Las noticias dicen que la chica trabajaba ahí pero no hay muchos datos, por lo cual dejo el celular en mi pecho para cerrar los ojos, cada vez los asesinatos van aumentando y tengo un mal presagio.

— ¡Ha caído al agua!

Es lo único que escucho mientras sigo pataleando para flotar. He caído de la lancha, cerca del centro de la laguna y sigo hundiéndome porque no tengo chaleco, tampoco quiero hablar para que el agua entre a mi boca aunque gritar por ayuda, gritar porque no solo he caído a este lugar cuando no sé nadar, sino que siento ser arrastrado hacia abajo, como si algo estuviera tratando de hundirme, y aunque más fuerza haga cada vez me cuenta sacar mi cara hacia el exterior. Pero aun escucho a mis compañeros gritando en la lancha sobre que he caído, diciendo que nade, que haga algo, pero no puedo porque ya me estoy hundiendo, y aunque luche es imposible, no voy a salir.

— ¡Simón!

Se escucha tan lejano, todos los gritos de mis compañeros siguen volviéndose cada vez menos audible mientras sigo bajando, mi cuerpo se ha adormecido y solo me dejo arrastrar sintiendo como cada vez siento que me falta el aire. Mis manos han ido a mi cuello y a mi boca, siento que no podre más, moriré si alguien no me ayuda, aunque la paz que está comenzando a llenarme es extraña. Intento luchar con el poco aire que me queda, intento patalear y sacar lo que me tiene sostenido de la pierna, intento mirar hacia abajo sintiendo como mis ojos duelen por ser la primera vez en abrir los ojos bajo agua y por mucho tiempo, entonces logro ver, dos ojos brillantes bajo de mi y una mano con garras en mi pierna.

¡Déjame de una maldita vez!

Me despierto sobresaltado respirando con dificultad, trago con dureza mientras aprieto con fuerza mi cabeza y siento que estoy llorando, una vez más la pesadilla ha vuelto a repetirse para torturarme como todos los días anteriores.

La Verdad de Simón ||Saphael|| (RESUBIENDO)Where stories live. Discover now