🚢Cap 6🚢

225 23 4
                                    

El desayuno de la semana siguiente lo arruinaría todo en cierta manera con lo que iba a pasar. Como todas las mañanas, Verónica y Chad se reunían en la cubierta de paseo a tomar el desayuno, muy en silencio, como no.

—Creí que anoche irías a mi cama—Le indicó Chad que, sin saberlo Verónica, la había mandado a espiar.

—Estaba cansada—Se excusó esta.

—Ya.Supongo que tu visita a tercera clase fue agotadora—No le importó a Verónica, aquella fue la mejor noche de su vida.

—Pude comprobar que tu mayordomo no dejaba de seguirme como siempre— Nadie la engañaba, como pueden leer.

—Jamás volverás a comportarte así— Indicó de nuevo Chad—¿Me has entendido?

Verónica lo miró no muy contenta.

—Te recuerdo que no soy uno de tus capataces a los que das órdenes—Indicó—Soy tu prometida.

—Mi prometida.¡Mi prometida, mi prometida! Sí, eso es—Chad había estallado tirando la mesa—Mi esposa en práctica, así que te aconsejó que me respetes igual que se le exige a una esposa que respete a su marido.No creas que te burlarás de mi,Verónica— Estaba demasiado cerca y la pelinegra estaba asustada—¿Te cuesta comprender eso?—A lo que esta negó del miedo—Bien, discúlpame—Y tras aquella gran amenaza, se fue como si nada.

Verónica quedó en shock ante aquello.

Nunca antes le había pasado cosa parecida y tenía miedo. Aun así, tenía que seguir con su vida e intentando prepararse para la misa. Así que llamó a la sirvienta para que viniera a ayudarle con el corsé.

—Fuera—De repente Hermione entró y tras deshacerse de la criada, ocupó el lugar.

Verónica no hablo, aunque no podía a causa de los fuertes intentos de aun cerrar más el corsé,por lo cual casi no podía respirar.

—No volverás a ver a esa chica, ¿lo has entendido?—Saltó de repente en medio del silencio Hermione—Verónica, te lo prohíbo.

—Olvídalo,madre o el sofoco hará que te sangre la nariz—Aquella respuesta no le gustó a Hermione que la giró con brusquedad.

—Esto no es un juego—Le amenazó nuevamente—Nuestra situación es precaria. Sabes que no nos queda dinero.

—Naturalmente que lo se—Y es que aquello enamoró a Verónica de Betty.La rubia vivía sin dinero y, aun así, era feliz. Alguien como ella, sin dinero y eso la hacía feliz—Me lo recuerdas cada día.

—Tu padre no nos dejó nada aparte de que un legado de deudas enterradas tras un buen apellido. Ese apellido es la única baza que tenemos para jugar—Verónica asintió—Hija, no te entiendo. Chadwick es un buen partido, asegurará nuestra supervivencia.

—¿Cómo puedes cargarme con esa carga?—Se quejó Verónica.

—¿Pero por qué eres tan egoísta?

—¿Ahora me acusas de egoísta?—Se defendió esta.

—¿Acaso quieres verme trabajando como una costurera? ¿Es eso lo que quieres?—Hermione casi no podía aguantar el llanto—¿Ver como se venden tus pertenencias en una subasta? Nuestros recuerdos dispersados a los cuatro vientos…—Hermione se giró, no quería que la vieran llorando.

Verónica suspiró.

Era verdad, hacia nada habían vendido sus pertenencias sin que Chad lo supiera. El pasaje valía mucho, y no tenían nada en aquel momento. Solo la venta de varios muebles familiares y ropas habían conseguido pagar aquel viaje.

Titanic [Beronica] (Adaptación)Where stories live. Discover now