Emilio y Joaquín han sido amigos desde pequeños.
La familia de ambos saben que son destinados.
Pero Emilio siempre sale con muchas omegas.
Joaquín sufre por su rechazo.
¿Emilio podrá darse cuenta de que está matando a Joaquín poco a poco?
Adaptación...
Emilio y Joaquín se encontraban en su nueva casa, ya habían pasado 2 semanas desde que la compraron y se habían instalado.
"Alfa" dijo entrando a la oficina que su alfa tenía en la casa.
"Dime amor" contestó dejando los papeles que estaba leyendo para prestarle atención a su omega.
"¿Recuerdas que me preguntaste porqué salía siempre tan temprano éstos últimos días?" le preguntó mientras se acercaba para sentarse en su regazo.
"Si dijiste que después me lo ibas a decir" contestó poniendo sus manos en la cintura de Joaquín.
"Pues... respecto a eso" dijo jugando con sus manitas "Construiré una escuela para todos los niños de bajos recursos y de orfanatos" dijo con ilusión "No tendrán que pagar nada, todos podrán estudiar bien ahí" con una gran sonrisa miró a su alfa.
Emilio puede decir que se volvió a enamorar, su omega era una persona increíble, de buen corazón y eso era lo que más amaba de él.
"Estoy orgulloso de tí mi Sol" dijo sonriendo orgulloso de su omega.
"Alfa..." murmuró sonrojado y avergonzado.
"Puedo decir que me volví a enamorar pequeño" sonrió cuándo vió que se puso más rojito Joaquín.
"¡Ya alfa!" chilló el omega escondiéndose en su cuello.
"Sólo juego omega" contestó cuándo el castaño salió de su cuello con un puchero "Pero eso sí, estoy muy orgulloso de ti y que quieras ayudar a las persona, sin duda eres un ángel" le dió un beso en su nariz de botón.
"Gracias por apoyarme siempre Emi" sonrió Joaquín.
"Siempre te apoyaré mi amor"
Estuvieron así unos minutos más, ambos abrazados hasta que el celular de Emilio sonó, haciendo que éste gruñera y Joaquín soltara una queja.
"Emilio Osorio" contestó con voz gruesa y seria "Si...¿Es importante?... okey ahora voy.... si, por favor no toquen nada de los documentos... si, gracias" soltó un suspiro cansado cuándo la llamada terminó.
"¿Qué pasó amor?" preguntó el castaño.
"Me llamó mi secretaria, tengo que firmar unos documentos ahora mismo porque lo quieren los inversionistas mañana temprano y son muchos, tengo que leerlos detenidamente" contestó cansado Emilio.
"¿Es muy importante?" inquirió pues no se quería alejar del rizado y estaba muy cómodo en su regazo.
"Me temo que sí Joaco" sonrió con pesar "Trataré de terminar lo antes posible, trataré de regresar para la hora de la cena" contestó mientras cargaba a su omega al estilo nupcial para llevarlo a su habitación.
Subió con su omega en brazos mientras éste jugaba con su cabello pues estaba un poco largo, cuándo llegó lo puso en la cama para darle un beso y después irse a su armario para agarrar un traje e ir a la empresa.
Una vez terminado fué dónde su omega que lo veía con un puchero haciendo que sonriera.
"Ya vengo amor" se despidió inclinándose hacía el "Si quieres descansa trataré de llegar lo antes posible" depositó un beso en su frente y marcarlo con su aroma haciendo que éste ronroneara.
"Hasta luego alfa" se despidió también dándole un beso "Recuerda no exigirte mucho" recalcó cuándo Emilio estaba a punto de salir de la habitación.
"Si omega" asintió sonriéndole para después salir de la habitación y de su casa para dirigirse a la empresa.
Cuándo el rizado se fué, el omega sólo se quedó tumbado en la cama, pensando en que podría hacer mientras tanto. Se propuso hacer la cena, pero cuándo estaba por pararse el timbre sonó haciendo que éste frunciera el ceño en confusión, pues no esperaban a nadie, su semblante cambió porque pensó que su alfa se había olvidado algo.
Bajó para poder abrir la puerta para toparse con la sorpresa que no había nadie, eso lo confundió más, salió más de su casa para mirar a ambos lados de la calle por si era alguna broma ó algo. Cuándo no vió soltó un suspiro para después ingresar otra vez a la casa.
Pero antes de siquiera voltear sintió un fuerte golpe en su cabeza haciendo que cayera de cara al suelo y empezara a marearse y ver todo negro.
"Hola Joaquín ¿Me extrañaste?" Escuchó un voz de mujer que no reconoció para después desmayarse.
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