|El amor es un sentimiento extraño en el que pierdes el control de ti mismo y no puedes entender lo que te sucede. Es un sentimiento realmente extraño, un sentimiento que toda persona debe de experimentar al menos una vez en su vida... así como hici...
-¿Nos quieres matar a caso?- preguntó Auruo molesto.
-Altea tiene razón, Auruo. Si queremos terminar con él hay que sacrificarse un poco, lo juramos- está vez fue Gunther a hablar, recibiendo un bufido como respuesta.
-Ehm... ya se esta acercando mucho, que dicen si atacamos ahora...¿?- preguntó Petra con voz tremolante.
-Levi, tengo una idea- dijo Altea acercándose más a mi caballo mientras seguíamos cabalgando. -Tal vez no lo quieras escuchar pero creo que podría funcionar-
Reflexioné un poco si hacerla hablar u no, pero al final le dí mi consentimiento.
Pov's Altea -Petra, Auruo, Gunther sigan cabalgando. Erd, Altea ustedes dos cortarán sus extremidades y yo su nuca. Esto es un trabajo de escuadra así que todos deben respetar su parte y no morir- habló Levi elevando la voz para que todos lo escucharan.
"¡Entendido!"
Y como Levi dijo, Erd y yo nos elevamos primeros de nuestros caballos y penetramos los ganchos del equipo de maniobras tridimensionale en la carne del titán. Seguimos el plan como ideado, nos impulsamos hacia las extremidades del anormal y la cortamos con extrema agilidad para luego dejar campo libre a Levi, que no demoró mucho a terminar con él y con los gritos de Auruo y Petra que seguían cabalgando sus caballos.
Por fin aquel monstruo murió y calló al suelo sin vida haciendo que la tierra retumbara.
Cuando ya tocamos el suelo llamé a Blanca con un silbido y la vi llegar desde lejos justo a los otros dos caballos sin padron. -Buena chica, hiciste un buen trabajo- dije cumplimentándome mientras me subía en ella.
Le di la orden de acercarse a los demás, pero cuando llegue vi como Auruo y Petra se estaban recién recuperando después de haber vomitado... y no solo eso.
-Veo que están un poco mojados- dije mientras indicaba la parte de arriba de sus pantalones... ya saben... allí.
-¿QUE?!- exclamaron los dos gritando mientras miraban sus propios puntos y luego viceversa. -¡¡¡¡AAAAH!!!!-
-JAJAJAJAJAJA- reímos Erd, Gunther y yo ante sus reacciones de pequeño accidente.
"¡CALLASEN!" Dijeron al unisono los dos soldados con la cara extremadamente roja de la vergüenza.
-Ok, ok, no me peguen- dije levantando las manos como forma de paz, burlándome de ellos.
-Aaaah que vergüenza- dijo Petra cubriéndose la cara.
-Díganme que traen otro par más- pidió casi suplicando Auruo mirándonos pero simplemente recibió un "no" por parte nuestra. -Genial-
-Yo les sugeriría de dar 500 vueltas corriendo para que vuestros pantalones se sequen, a Levi le va gustar- dije cruzando los brazos y indicar a Levi con la mirada.
-¡NI UNA PALABRA SOBRE ESTO! ¡NUNCA!- advirtió Petra mirando a nosotros tres con cara amenazadora.
-No lo prometemos- dijimos los tres a unisono.
-¡¿QUE?!-
-Lo prometemos- dijimos resignados. -...tal vez...- volvimos a decir mientras nos mirábamos los tres cómplices.
-Ya callasen, aún seguimos en territorio titán. Nunca se sabe cuando otro podría aparecer, no falta mucho para que el sol se oculte, debemos llegar al bosque de árboles gigantes y acamparnos lo mas rapido posible- dijo Levi apareciendo de no se donde ya montado en Negro. -Ah y Altea, salió bien tu plan- dijo mirándome y yo asentí con la cabeza.
Cuando Levi terminó de explicar lo que deberíamos de hacer yo me bajé de Blanca para acercarme a Petra, coger su mantel y enrollarlo alrededor de su cintura para cubrir la mancha.
-¿Porque lo haces?-
-Se llama solidaridad entre mujeres, aunque si no nos llevemos bien, hay que ayudarnos entre nosotras- dije respondiendo a su pregunta cuando ya estaba terminando de amarar.
-Gracias- respondió timidamente y yo simplemente asentí con la cabeza.
-Y LA SOLIDARIDAD ENTRE HOMBRES ¿¿¿DONDE ESTA???- preguntó istericamente Auruo.
-Eso es "fraternidad", tonto- dije poniendo mis manos en mi cintura mirandolo con burla.
-Bueno como sea, ¿donde esta?- respondió él imitando mi postura. -Oh gracias Erd- dijo cuando el mencionado le tiró el mantel en su cabeza.
-Sisi, pero yo no te lo amararé como Altea hizo con Petra- respondió Erd mirando a Auruo con cara un poco disgustada.
-Ya vamos- habló esta vez Levi ya cansado de nosotros.
Y cuando ya todos estaban en su propio caballo partimos guiados por mirada fría, o sea Levi, hacia el bosque de arboles gigantes para poder acamparnos y descansar.
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