—¿ya nos conocíamos? Te veo y creo haberte visto en alguna parte.— él habló. Sobre mis pensamientos, por un momento creí que los escuchó.

probablemente, aunque no encuentro razón. Viví todos los años en Texas y mencionaste que tú los viviste aquí, entonces no hay posibilidad.—

o quizá el destino era conocernos, quién sabe.— él respondió y se cortó la conversación pues trajeron la cena.

Comimos y realmente fue delicioso, el platillo y la velada, él es divertido y muy cálido. El vino no paró y tampoco nuestra conversación.

Terminamos y él se ofreció a invitar la cena, salimos y al parecer ya era algo tarde, caminamos hacia nuestros departamentos.

—¿piensas quedarte mucho en San Francisco o crees que sea algo pasajero?— él mientras metía sus manos a su chaqueta, el viento era algo fuerte.

aún no lo sé, dejaré que las oportunidades me sorprendan.—

Él asintió y hubo un pequeño silencio él cuál rompí de una forma muy extraña.

—¿y tienes pareja?— pregunté. No pensé cuando eso salió de mi boca y provoqué que me mirara, se rió y puedo jurar que fue bello aquel sonido. —no tengo pareja y quiero suponer que tu tampoco pues nadie en su sano juicio dejaría al amor de su vida por trabajar en una editorial en San Francisco.—

Asentí. Mientras llegamos a la puerta de los departamentos, el la abrió mientras me dijo —pero quién sabe, tal vez el amor de tu vida está por aquí en la gran ciudad.—

Lo seguí adentro. No sabía porqué estaba tan nervioso mientras esperábamos el elevador pero pude notar que él también, pues golpeaba algo ansioso el suelo con sus zapatos.

Por fin entramos y subía lento, su mano quedó al lado de la mía porque se paró a mi costado. Debe ser el vino el traidor que hace que yo deseé sujetar su mano. Miraba al suelo tratando de aclarar mi mente, él me miró fijamente, yo no quería mirarlo porque empecé a temblar.

Llegó al cuarto piso. Bajamos, él me miraba y yo quería ahogar lo rojo de mis mejillas en el suelo. Nos detuvimos frente a nuestras puertas y él dijo. —¿acaso inspiré tu rechazo?— dio un paso más hacia mí.

Yo no pude responder pero sabía que la llama estaba ahí, lo sabía. Aunque no lo conozco, Taehyung es como un sueño, un sueño color canela, con ojos juguetones, labios naturalmente carmín, ya se veían apetitosos por sí mismos, toda la dulzura en su rostro de ángel, increíble, sí in- creíble, pero por suerte existe y está tan cerca de mí que sentía su respiración.

Me armé de valor. Sujete su nuca y su cadera trayéndolo a mí, trayéndolo a besarme porque lo quería hacer desde que lo vi.

Él aceptó mi beso pasando sus manos por mi hombro y su toque era tan conocido, mis hombros reconocían sus manos, se pegó a mí con suavidad y me besó con la dulzura de un ángel y de un ángel se trata pues me está llevando al cielo en segundos.

Nos separamos un segundo y él soltó un suspiro diciendo —maldición.— mientras sus ojos brillaban.

no maldigas.— dije con voz suave y lo atraje nuevamente a mí. Por alguna razón su beso me sabía a "te necesité", todo mi cuerpo reaccionaba y mis cinco sentidos comenzaban a cobrar vida.

El olfato, como al acercarse demasiado podía percibir el delicioso aroma que llevaba, ese aroma a vainilla dulce que noté desde que llegué. La vista se apagaba porque la comodidad era tanta que no necesitaba ver, era como un sueño y soñamos con los ojos cerrados. El oído, era fascinante el sonido que hacía al besarme tan desprolijo, tan indescriptible y tan suave a la vez. El tacto, poder colocar mis manos sobre su pequeña cintura me enloquecía o cuando sujetaba con suavidad su rostro me sentía como en las nubes y el gusto, Dios esta es la mejor parte, el saborear sus dulces y esponjosos labios sabor a vino, poder lamer su inquieta lengua y probar en él lo dulce del momento es el éxtasis.

El pasó su mano por mi espalda y me apretó un poco más a él sin romper el beso, sentí como nuestros miembros chocaron un poco y al parecer los dos estábamos igual de excitados en éste momento.

Pero sonó su celular y nos detuvimos un segundo, él lo sacó y alcancé a leer que el contacto era "Leeteuk" contestó agitado.
Papá estoy algo ocupado, ¿podría llamarte después?— acomodó su cabello.
sí, también te amo, hasta luego.— Colgó.

Yo me mordí el labio algo nervioso mientras lo veía, él sujetó mi mano y sacó sus llaves. —vamos adentro.— me sonrió.

Lo seguí. Porque lo deseaba, porque desde que lo vi quería estar cerca de él, porque había algo que me hacía sentir conectado a él, ya ni siquiera quería hacerme entenderlo simplemente así lo sentía, una conexión inexplicable. Tal vez una conexión de otra vida.




















Les hice este pequeño one shot, espero que entiendan y reconozcan todas las referencias de los primeros capítulos.

"Siempre estaremos con nuestras almas gemelas de una u otra forma, en esta o en otra vida pero las conexiones así de fuertes nunca se rompen, sólo se transforman. "❤️‍🩹

Att: @ Rapmonsterxxxz

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