𝔐𝔬𝔫𝔱𝔥𝔰 𝔬𝔣 𝔭𝔯𝔢𝔤𝔫𝔞𝔫𝔠𝔶

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Saboreo el pastel de chocolate y bizcochos, tranquilizando su respiración.

-déjame pensar, ¿bien? Solo dame un poco de tiempo.

-piensa durante todo el tiempo que necesites, Solecito. Mi propuesta no se irá a ningún lado.

Dos meses.

Cerró los ojos completamente sosegada, disfrutando del baño de agua caliente, notando como todos sus músculos tensos se relajaban, permitiéndole suspirar con una leve sonrisa.

Se sentía cómoda con aquella tranquilidad momentánea, no había nada que la atormentara y estaba por fin volviendo a vivir.

Quizá volvería a Camden para seguir acostumbrándose a la idea de ser la dueña legal de todo el lugar.
No podía ir a aquella fábrica que con tanto esmero y trabajo arduo consiguió, creía que no merecía semejante honor, no debía de tener el poder total.

Aún no le entregaba una respuesta a Alfie, quería mejorarse mentalmente antes de dar un sí o un no definitivo, y agradecía que el mayor estuviera esperando con total paciencia.

Remojó su cabello en agua caliente, olvidándose nuevamente de los problemas.

-solecito, cuando salgas, ¿podrías bajar al primer piso? Alguien quiere verte.

Al escuchar la voz de Alfie del otro lado de la puerta, se asustó.

¿Era Thomas? ¿Esme o Polly? ¿Quién mierda había ido a verla?

Después de minutos donde descanso plácidamente, prefirió afrontar aquella visita inesperada.

No se demoró en vestir, peinando su cabello húmedo con los dedos y con cremas aromatizantes, abrochando cada botón con rapidez adquirida.

Tomó la perilla de la puerta con nervios, esperando escuchar algo desde las escaleras.

Al ver a la joven sirvienta, la interceptó con un gesto.

-Pauline, ¿Quién es?

-es una mujer y un niño, no escuche su nombre, Maggie abrió la puerta y la guió sin decirle a nadie. Alfie ahora está con ella. ¿Crees que sea un hijo bastardo de Alfie?

-no, no creo que tuviese una amante años atrás, follar no estaba entre sus prioridades, pero ¿un niño? ¿Y si quiere mentirle diciendo que ese niño en suyo?

-Sarah dice que lo vio, pero no me han dejado entrar, Scar.

Asintió dando pasos inseguros hasta la puerta del salón, la cual parecía esconder un secreto inimaginable e íntimo.

-Pauline, ¿queda chocolate caliente?- la mujer asintió- Me gustaría una taza, para los nervios de saber que seré tía.

Se relajó con aquella broma, abriendo la puerta de madera y enfrentando a los desconocidos.

-¡Scar!

-querida, vuelvo a verte.

Recibió en segundos el abrazo fuerte y cálido de Finn, abrazándola por la cintura con un amor fraternal que la dejó débil.

Quería demasiado el menor de los Shelby.

Buscó a la segunda voz, viendo a Pol avanzar hasta ella con lentitud. Esperando que el rubio se alejase.

-te extrañé, Scar, Birmingham se siente raro sin ti.

-yo también te extrañe mucho, Finn, aquí no tengo a nadie que me pregunte cosas sobre Londres o de arte.

El menor le sonrió alejándose, sin dejarla ir a pesar de que Polly la abrazó con dulzura.

-han pasado muchas lunas sin verte, querida.

𝔓𝔩𝔢𝔞𝔰𝔞𝔫𝔱 ℌ𝔢𝔩𝔩 [Thomas Shelby]Where stories live. Discover now