Capítulo 3

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Desperté en una habitación de paredes color crema y un exagerado aroma a alcohol y medicamentos, debe ser la enfermería del instituto.

¿Cuanto estuve desmayada? Me fije en el reloj que estaba colgando de la pared, eran las... ¡Las 9:45! genial, mi primer día y retrasada. Solo alcanzare la ultima clase del primer periodo. Rayos.

Odio infinito al chico que lanzo el balón.

Me dolía tanto el rostro que no dudaba en tener el ojo morado.
No había ninguna enfermera encargada del consultorio así que solo tome mis cosas y salí de la enfermería.

Segun mi horario en estos momentos me toca matemáticas en el aula B9, faltaban 10 minutos para que empezara la clase así que tenia tiempo de encontrarla.

En el camino me encontré a uno de los prefectos, ya llevaba tiempo buscando el aula sin éxito asi que decidí pedirle un poco de ayuda.

- Mmm disculpe ¿Podria decirme donde queda el aula B9? Soy nueva y no tengo ni idea de donde es - Al parecer el hombre no estaba de buen humor porque solo me dedico una mirada fría y se giro y me indico que lo siguiera.

Cuando llegamos al salón de clases todos estaban descontrolados, y si no me equivocaba tenían clase libre.

- Haber, silencio y todos a sus lugares, tenemos una compañera nueva, presentate ante el grupo - Todos hicieron lo que el prefecto dijo y pusieron su atención en mi. ¿Alguna vez dije que odiaba ser el centro de atención? Bueno, si no lo e dicho pues si, lo odio.

- Emmm - Genial Helena, di algo o seras el asme reír de todos el primer día - B-bueno yo... Yo soy Helena Clifford y supongo que eso es todo lo que tienen que saber de mi - Dije un poco nerviosa mientras veía como el grupo me observaba, quizá y ya estarán pensando que soy una lunática o algo por el estilo, genial.

El prefecto se me quedo viendo y me dijo que tomara asiento, acate sus ordenes y me fui hasta el penúltimo mesa banco, era el único que estaba desocupado.

Todo el grupo le ponía atención a mis movimientos, agh.

Una vez que estuve en mi lugar todos comenzaron a hacer lo que estaban haciendo antes, yo sólo opte por escuchar musica de mi celular.

Conecte los auriculares, me recoste un poco y me deje llevar por la melodiosa voz de Bruno Mars.

Unos minutos después sentí como alguien se sentaba en el mesa banco de enfrente y se giraba hacia mi, levante la cabeza y me encontré con un chico demasiado pálido, castaño y ojos de un color celeste, eran como los de Candace. Sonrei al recordarla, y al parecer el chico lo malinterpreto.

- Valla, ni siquiera e entablado conversación contigo y ya me regalas sonrisas, eso es lindo de tu parte - Dijo mientras me guiñaba un ojo, aquí vamos.

- No te creas tanto, la sonrisa no era por ti era por mi hermana, sus ojos son idénticos a los tuyos - El solo sonrio. Tiene linda sonri... No no no, Helena ¡enfocate! No estas para estas cosas.

- Soy Coury - dijo mientras me tendía la mano, no quería que pensara que era una persona mal educada así que se la correspondi - Y dime Helena ¿porque desidiste cambiarte de escuela?

Por que soy una estúpida, una estúpida que no puede guardar silencio.

- No es por ser grosera, pero son asuntos que no son de tu incumbencia - Me removí un poco incomoda y se hizo un silencio igual de incomodo.

- Vale, vale, ya entendí, entonces cuentame de ti - ¿es enserio? ¿Que es lo que este chico quiere?

- Sinceramente no creo que mi vida sea de lo mas interesante - No sabia como hacerle para que el dejara de insistir con tantas preguntas.

- Eres un poco tímida ¿Cierto? - Mierda, ¿tan notorio era?

- ¿Se nota demasiado? Dios que pena - Dije a la par que ponia mis manos en mi rostro.

- Un poco si - soltó una sonora carcajada - ¿Puedo hacerte una ultima pregunta?

- Se que no sera la ultima pero adelante.

- ¿Que te paso en la cara?

¿Mi cara?
Rápidamente saque de mi mochila un pequeño espejo de mano y al momento de ver mi rostro me di cuenta que efectivamente tenia mi ojo un poco morado.

- Ah eso, un chico me golpeo con un balón de fútbol, ni siquiera supe quien fue, dure desmayada alrededor de 3 horas, por eso vine a clases hasta ahorita - dije explicándole, el solo se removió incómodo y se rasco la nuca.

- En serio lo siento, te juro que no fue mi intención - Me di cuenta que sus mejillas se estaban poniendo un poco rosadas de la pena.

No comprendi lo que decía hasta que lo capte, el me había golpeado.

- No te preocupes, tienes suerte de que no haya sido intencional porque de haber sido así, no vivirias para contarlo - El dio una leve risa - No te rías, es enserio - Estaba tratando de aguantar la risa pero me fue inevitable no soltar una carcajada, su cara había sido épica, de haber estado riendo se puede decir que parecía el hombre mas serio del mundo. El se río junto conmigo al darse cuenta de que era solo una broma.

- Falta poco para que den el timbre del descanso, ¿Quieres pasar el receso conmigo y mis amigos? Te prometo que no son para nada idiotas o algo asi, se nota que no te caen para nada bien.

- Estas en lo cierto Coury, pero no me gustaría incomodarlos.

- ¡Para nada! Estoy seguro de que se van a llevar muy bien.

Sin ninguna excusa que decir acepte ir con el.

¿Recuerdas que dijiste que no te hibas a hacer amiga de nadie?

Se lo que dije, pero tampoco voy a ser la chica antisocial.

Haz lo que quieras.

De acuerdo.

Al paracer estaba pensando en voz alta porque Coury me miraba con el ceño fruncido.

- ¿Estas bien?

- ¡Si! Estoy perfecta.

El solo acintio y entramos a la cafeteria. En ese mismo momento al fondo de la cafetería un chico le levanto la mano y este hizo el mismo gesto mientras me tomaba de la muñeca y me llevaba con el a rastras.

- ¡Chicos! Les presento a mi amiga, ella es nueva en el instituto - dijo un tanto emocionado, aunque no hay motivo, o eso creo - Helena el es Eric - señalo a un chico un poco rubio, mas castaño que rubio y pequeños ojos marrones. El me sonrio y me tendió la mano y yo la acepte gustosa - y el es Connor - Dijo señalando al chico que tenia su vista en el teléfono, este era un poco moreno y tení su cabello peinado hacia arriba. Cuando volteo a verme pude ver sus ojos que eran de un bello color marrón.

Era el chico mas lindo que había visto.

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