--- ¡JungKook!, ¿¡Tu profesor privado de ruso te golpeó nuevamente!?--- cuestionó el mayor, después de acercarse a él y ayudarle a cargar su pesada mochila llena de libros y más libros de diferentes asignaturas o temas varios--- ¿Por qué la tía no dice nada?--- preguntó exaltado, aunque ya sabía que esa mujer nunca se metía. Según ella, no quería interrumpir la manera en la que su único hijo era corregido y educado. Que cuando creciera, se lo agradecería--- están locos...

JungKook se mantenía cabizbajo. No podía opinar al respecto, pues aunque todo aquello le hacía sentir mal, no tenía derecho a quejarse ni a demostrar "sentimientos inútiles". Sería el futuro líder de la empresa y el hombre de la casa. Según sus padres, debía de actuar como tal y ser responsable desde temprana edad.

--- Se hace tarde para la primer clase--- murmuró el de cabellos oscuros. Su prioridad era estudiar y sacar buenas notas, sino, era encerrado en un baño durante 24 horas, donde tenía que estudiar hasta aprenderse un libro entero. Libro que era escogido por los mismos adultos que había en su hogar y ayudaban con su disciplina.

NamJoon apretó sus manos en dos puños. ¿Por qué actuaba indiferente?, ¿Por qué ese tonto fingía que nada de eso ocurría en la mansión de los Jeon?, ¿¡Por qué nunca pedía ayuda!?

El mayor sinceramente no lo entendía. De hecho, comenzó a envidiar esa fortaleza que su primo parecía poseer. ¿Cómo era capaz de resistir tanto? Era jodidamente ridículo.

El tiempo pasaba y NamJoon comenzaba a cambiar. ¿Por qué su primo era el preferido en la familia? Incluso los de la empresa opinaban lo mismo. Todos decían a diario que él era el indicado para tomar el puesto de jefe. Que JungKook estaba destinado a ser el presidente de Dal: Luxury Coffee.

¿Por qué si se estaba esforzando de igual manera no parecía suficiente? ¡Su sueño era de el presidente del negocio familiar! ¿¡Su primo deseaba lo mismo!? ¡Seguro que no! Con tanto maltrato seguro y hasta terminaría tirándose del último piso de un edificio. Era imposible que siguiera soportando tanto peso sobre sus hombros. El de piel bronceada tan solo debía seguir estudiando y dentro de poco vería los resultados.

--- Oye, NamJoon... ¿De casualidad no tendrás una pluma que me prestes?--- cuestionó una preciosa chica de ojos grandes, la cual se sentó junto a él mientras lo observaba a pocos centímetros de distancia, acelerando el joven corazón del chico--- por favor~--- pidió con un tono de voz chillón, que a los oídos del estudiante sonaba angelical.

Titubeante, estiró su mano y le dió su pluma negra, la cual la chica tomó con emoción antes de dejar un beso en su mejilla y correr lejos, seguramente a usar el objeto recientemente obtenido.

NamJoon se quedó en trance. La chica más hermosa del aula se había acercado a él y lo había besado. ¿No era algo increíble?

Se giró a ver si alguien más se había dado cuenta de lo sucedido recién; lamentablemente no había sido así, puesto que él era el único presente en el salón. Todos se habían ido mientras él estaba distraído pensando en el futuro.

Kim NamJoon se enamoró de aquella chica, la cual iba y le pedía favores de todo tipo. Desde útiles escolares hasta ayuda con sus tareas. Todo con la esperanza de poder ser más que conocidos. Quería pedirle que fuera su novia.

Cuando el momento llegó, nada salió como el chico de lentes esperaba. De hecho. Fue lo peor que le pudo ocurrir en ese entonces.

--- ¿¡Salir con un bicho raro como tú!?, ¡Ni de broma saldría con un adoptado! Me daría mucha vergüenza si los demás se enteraran--- negó en repetidas ocasiones de manera efusiva--- además, ¿¡Te has visto en un espejo!? Se nota que tu familia era de clase baja y con unos genes espantosos. Con razón te dejaron atrás. Nadie querría a alguien como tú en casa--- dijo la chica antes de cruzarse de brazos e irse.

El corazón de NamJoon estaba destrozado. Se preguntaba porqué le había sucedido algo así. ¿Acaso lo merecía?, ¿Era por lo que pensaba de su primo? Eso solo era su desesperación hablando por él. Lo juraba. Él jamás jugaría sucio para sobresalir y ser elegido por sobre JungKook.

O al menos esos eran sus pensamientos después de haber experimentado su primer rechazo. Dado que, en cuestión de días todo cambió dentro de él. Algo más oscuro comenzó a tomar forma en su interior.

--- Jeon JungKook... La verdad es que todo este tiempo intenté decírtelo, pero no pude hacerlo antes--- comenzó a hablar aquella chica que había lastimado al de piel bronceada mientras este negaba una y otra vez. No quería ver la escena frente a sus ojos. No quería presenciar tal suceso ni mucho menos seguir escuchando--- eres muy... Muy genial y... Yo... ¡Me gustas mucho!, ¡Por favor sal conmigo!--- pidió mientras le restregaba sus pechos descaradamente al de cabellos carbón, aunque el tiempo parecía haberse detenido entre los dos, puesto que nada sucedía.

Todo se había quedado en silencio. Incluso NamJoon se cansó de esperar respuesta. Las palabras nunca llegaron. De hecho, el azabache tan solo la ignoró y se fue de ahí, dejando a la preciosa chica en medio de la nada y con una expresión confusa.

Así fue como Kim se dió cuenta de algo. Tan solo estaba siendo sutilmente utilizado. Aquella compañera suya que tanto le había gustado, tan solo se había acercado a él para conocer a su primo.

--- Entonces te gustaba él y no yo. JungKook, JungKook, siempre es él--- arrojó la mochila y empuñó sus manos, intentando tragarse todo el enojo que estaba naciendo sin parar. Esa ira que comenzaba a acumularse dentro suya--- Yo soy un incompetente. No estoy a tu altura. ¡Siempre es lo mismo!--- exclamó furioso y dolido de escuchar tantas veces lo mismo. Cada oración como esa se quedaba plasmada en su cabeza--- me las vas a pagar... Te voy a demostrar que seré yo el líder. Que soy el único que merece todo. Que este adoptado puede más que tú...

Y así fue como los problemas entre ambos comenzaron a crecer.

Entre la pubertad y la adolescencia, ambos comenzaron a despreciarse. Y es que, JungKook no comprendía el porqué las cosas entre ambos habían empezado a tomar otro rumbo. Ahora, una persona más lo odiaba. Y ese alguien más era su primo.

Cada que el azabache conseguía pareja, sin importar que fuera chico o chica, el mayor se metía entre ambos y se burlaba de ellos.

Otras veces, simplemente NamJoon le pagaba a alguien para que jugara con su tonto familiar.

¿Por qué todo tenía que terminar así?, ¿Por qué los celos y la envidia habían provocado tal desenlace? Crearon una relación horrible entre ambos que ya no pudieron arreglar.

Ahora que eran adultos, NamJoon simplemente ya no podía parar. Quería arruinarle la vida y verlo fracasar. Darle donde más le dolía.

--- Y para eso, tú me vas a ayudar...--- murmuró, viendo una pequeña foto que tenía entre su mano antes de sonreír ampliamente--- tu fin se acerca, Jeon JungKook.

Él no habría llegado hasta ese punto si tan solo no hubieran lastimado sus sentimientos de tal manera durante toda su vida.

Sugar, but not your baby (KookTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora