Capítulo 16: Formalidades

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—Buenas tardes, señor Hall.

—¿Volvemos a las formalidades, mi doc?

Me limito a guardar silencio mientras confirmo que todo esté bien con Aiden.

—¿Sucede algo, Anel? — Camille me observa confundida, desde que llegaron no he parado de evitar que la conversación se salga de lo estrictamente laboral.

—No, no sucede nada. ¿Cómo se ha sentido los últimos días?

—¿Pasó algo con tu hermana? —pregunta Aiden algo preocupado.

—Todo está bien con Eider, gracias por su preocupación, ¿Podría contestar la pregunta?

Ambos se miran confundidos, pero gracias al cielo se limitan a responder las preguntas y Aiden deja que lo revise sin hacer ningún comentario, aunque su mirada me taladra en cada movimiento que hago, lo cual me incomoda y hace que apresure todo para terminar rápido.

—Eso es todo —termino de revisar todo y anotar su evolución —. Bien, nos vemos en la próxima consulta.

Salgo a toda prisa del consultorio dejándolos totalmente desconcertados ante mi comportamiento. Sé que ellos son quienes deberían salir, pero no podía aguantar un segundo más más en la habitación con esas miradas cuestionables.

Joder, es difícil esto, pero es momento de alejarme, antes de que los sentimientos se vuelvan incontrolables y no pueda detenerme sin lastimarme y lastimarlo a él.

Voy a la sala de descanso por un café, aún quedan 10 minutos antes de tener que ver a mi próximo paciente y necesito esto urgentemente, así que tomo un poco de la máquina y cuando me encuentro volviendo al consultorio dispuesta a seguir con mi día, me toman el brazo y con solo el tacto sé de quién se trata.

—Señor Hall —cierro los ojos y respiro profundo antes de poder abrirlos y mirarlo —. Por favor suélteme, debo ir a continuar con mi trabajo.

—¿Y a ti que mierda te pasó? Estás demasiado extraña —lo miro y tiro de mi brazo para liberarme.

—No pasa nada, me limito a hacer mi trabajo, y si me disculpa, mi próximo paciente me está esperando —intento pasar, pero me detiene y eso comienza a desesperarme —. Basta, Aiden, déjame pasar.

—Así que si puedes decir mi nombre sin morir en el intento —al ver que no reacciono ante su intento de broma parece preocuparse en serio —. No está todo bien, dime que pasa, ¿Hice algo malo? Puedo arreglarlo, no quiero que estemos mal.

Me dedico a observarlo durante unos segundo y él realmente parece preocupado respecto a nuestra situación actual, por lo que decido al menos darle una razón válida para que esté tranquilo y pueda seguir con su vida mientras que yo me enfoco en salvarla.

—Es solo que... Esto está mal Aiden —nos señalo a ambos—, no podemos seguir con algo que terminará perjudicándonos a ambos.

—¿Perjudicándonos? ¿En serio, Anel? —me mira como si estuviera diciendo la locura más grande del mundo.

—Si, ¿A caso no ves que esto nos hará daño?

—No, en realidad deberías explicarte mejor, porque no veo como estar con alguien a quien considero la mejor persona que he conocido podría hacerme daño, y no lo estoy diciendo porque me gustas, que en realidad me gustas mucho, sino porque en la pequeña parte que me has dejado ver de ti, he descubierto una chica dulce, a la que le encanta ayudar a las personas, que es excelente en su trabajo y que cada día me gusta más, además de que sé que yo también te agrado, aunque si no es así dilo y me alejaré de ti, tal y como me lo pides.

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2022 ⏰

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