Capítulo 12: La Conversación

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Anel:

Me gustaría saber como llegué a la situación en la que me encuentro. Estoy recostada en el mueble con los brazos de Aiden rodeándome y su mano acariciando mi cabello mientras vemos un estúpido reality de comida.

—Esa chica va a perder, no ha puesto la proteína y ya sólo tiene 10 minutos.

Río ante su comentario. Está muy concentrado en la pantalla y cada cuanto hace un comentario criticando a los participantes o a los jueces. Es demasiado gracioso.

—Deja de reirte, ¿No ves lo lentos que son?

Río aún más fuerte, este chico va a terminar por matarme.

Aiden termina por voltear a verme con una sonrisa en el rostro que aunque es hermosa termina por asustarme cuando sus dedos comienzan a toquetear en mis costillas haciéndome retorcer de la risa.

—¡Detente! —él ríe conmigo pero sigue hasta que casi no puedo respirar y mi rostro está tan rojo que podría explotar—. Ya...

Finalmente se detiene y ambos tenemos la respiración agitada y el corazón a mil, sé que el suyo está igual que el mío porque puedo sentirlo con su pecho pegado a mi espalda.

—¿Ya te he dicho que me encanta cuando pareces un tomate?

Lo golpeo en el pecho y lo empujo para levantarme.

—Idiota —ríe fuerte mientras yo miro el celular dándome cuenta de que ya es más del medio día, no lo he visto comer y ya casi es hora de uno de sus medicamentos.

—¿Qué vas a comer?

—¿Cómo?

—En una hora debes de tomar tu medicamento y no has comido nada, dime qué quieres comer y yo prepararé algo si no te molesta que invada tu cocina.

—Invade todo lo que quieras, igual es la cocina de Camille.

Pongo los ojos en blanco y camino hasta la cocina y abro la nevera para buscar algo rápido y saludable de preparar. Me decido por una ensalada con pollo y me pongo manos a la obra.

Unos segundos después escucho los pasos de Aiden entrando y luego sus brazos están abrazándome por la cintura.

—Es muy indevido que una doctora esté en casa de su paciente cocinando con él abrazándola —susurro lo suficientemente fuerte para que él lo escuche.

—Se puede decir que estoy en cuidados especiales... dados por ti —contesta pasando su nariz por mi cuello haciendo que un pequeño suspiro se escape de mis labios. Dios, parezco una necesitada, hace rato se me escapó un gemido con ese beso que con sólo recordarlo hace que se me enciendan las mejillas.

—No debería estar aquí...

—Eso no decías hace un rato cuando estabas sobre mí comiéndome la boca —besa mi cuello despacio y otro suspiro se me escapa.

—Ya no molestes, Aiden.

Escuchamos el ruido de la puerta abriéndose y luego un correteo.

—¡Ya volvimos tío Aiden!

Me sobresalto por instinto al escuchar el grito y el cuchillo en mi mano resbala haciéndome una pequeña pero escandalosa cortada en la mano.

—Mierda —susurro mientras pongo la herida bajo el agua del grifo—. ¿Tienes un botiquín de primeros auxilios?

Aiden voltea a mirar mi mano sin separarse de mí y cuando va a responder Camille entra en la cocina y ambos nos apartamos sin pensarlo dos veces.

—Bueno, bueno, ¿Qué tenemos aquí?

Mis ojos van a mi mano aún sangrando y Camille parece notarlo.

—¿Estás bien? ¿Qué haces aquí? Es decir, no es que me moleste, sólo me toma por sorpresa. ¿Acaso Aiden se sentía mal?

—Te responderá todas esas preguntas cuando se cure la mano —dice Aiden pidiéndome que lo siga hasta el baño de invitados dándome un botiquín. Menos mal el baño queda cerca de la cocina y la sala, así no me perderé cuando termine.

Limpio un poco la herida, me pongo un desinfectante especial que encuentro en el botiquín y hago presión hasta que al parecer deja de sangrar, así que vendo mi mano y guardo todo como estaba. Al salir hacia la cocina me doy cuenta de que Camille le está diciendo algo a Aiden que parece molestarlo, y llamenme chismosa, pero me quedo recostada a la pared escuchando.

—Hoy me llamó Annette, preguntó por ti.

—No me interesa, ya es hora de que deje de llamar —. Aiden suena molesto.

—No puedes estar molesto toda la vida con una persona que te hizo tan feliz.

—Pensé que eras team Anel.

—Soy del team de quien te haga feliz, apoyo que intentes con Anel porque sé que eso te emociona, pero eso no quita el hecho de que es tu doctora y es éticamente incorrecto que estés con ella y Annette para ti fue... especial, recuerdo lo que tenían y era muy hermoso.

Las palabras de Camille me afectan. Soy la doctora de Aiden, ¿En qué estaba pensando? Estoy perdiendo la razón, no puedo tener esta clase de relación con mis pacientes y aunque estar con Aiden se siente como lo correcto, no lo es.

—Habla más bajo, Anel está en el baño y podría escucharte. Por otro lado, deja de hablar de mi relación con Annette como si supieras exactamente lo que pasó, porque no lo sabes. Tú no eres quien lo vivió, no estuviste ahí, no sabes las cosas que pasaron ni porqué terminamos, así que no te metas en este ambito de mi vida Camille, porque no es algo que te vaya a permitir. 

Escucho pasos acercándose y rápidamente salgo para chocarme con Aiden y que creyera que apenas salí del baño.

—Lo siento —se disculpa y yo le doy una pequeña sonrisa algo incómoda—. ¿Cómo está  tu mano?

—Bien, en unos días estará perfecta —él asiente y el ambiente se vuelve algo tenso, él está molesto y yo no sé ni como me siento—. Debería irme ya.

—¿Tan pronto? —Camille sale de la cocina—. Dejáme terminar la comida que empezaste y quédate a almorzar.

Miro a Aiden y termino asintiendo y en menos de una hora estamos sentados todos al rededor de la mesa, incluido el sobrino de Aiden, y el silencio es ensordesedor e incómodo excepto por algunas veces en las que Caleb hace preguntas.

—¿Entonces tu ayudas a las personas con cáncer?

—Así es.

—¿Cómo lo haces?

Mi celular suena cuando voy a responder así que me disculpo y contesto la llamada. Es del hospital. Hablo unos segundos y luego de colgar miro a todos en la mesa.

—Me tengo que ir, era del hospital, hubo una emergencia con uno de mis pacientes.

Todos asienten y yo me pongo de pie sonriendo.

—Gracias por la comida Camille, estaba delicioso. Nos vemos pronto.

Salgo sin mirar a Aiden no porque esté molesta, sino porque sé que me haría cambiar mi decisión.

...

He aquí el capítulo de esta semana. Cuéntenme en los comentarios qué les pareció y nos leemos la próxima semana.

Besos.



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