Sugar, but not your baby (KookTae)

XXXVII

Limpió sus lágrimas de inmediato y tomó un pañuelo para limpiar también su naricilla moquienta.

--- ¿Qué está pasando contigo?, ¿Qué tienes?, ¿Te sientes mal?--- comenzó a preguntar cómo un loco, casi que exigiendo la respuesta para poder actuar rápidamente.

El menor comenzó a negar y negar, solo refugiándose en el cuerpo ajeno sin desear revelar la razón detrás de su comportamiento.

--- Me estás preocupando mucho--- confesó el azabache mientras lo atraía contra su pecho.

Efectivamente TaeHyung lo comprobó cuando escuchó el apresurado latir del corazón del otro y no pudo evitar lloriquear más. JungKook realmente estaba asustado, aún si no entendía nada.

Se sentía un estúpido inútil incapaz de hacer algo por la persona que más amaba.

--- Osito... Ya no llores más--- siguió pidiendo con parsimonía--- Dime qué tienes, ¿Sí? Prometo dejar de molestar si me lo dices.

--- No puedo...

Aún con lágrimas cayendo por sus mejillas, el universitario alzó la cabeza y tomó la boca de su futuro esposo en un beso, disfrutando del contacto entre sus labios, el cual siempre era alegremente correspondido.

La mano del más joven recorrió el torso ajeno hasta llegar a la entrepierna, la cual toqueteó por encima de la ropa interior sin pena.

JungKook sintió un pinchazo en su parte baja. Se preguntó si de verdad estaba bien seguirle la corriente o tan solo seguir pidiendo una respuesta que seguramente nunca llegaría.

Recostó a su prometido en la cama y se colocó entre sus piernas, atrapando las manos del otro por sobre su cabeza mientras atacaba nuevamente su boca, aunque gracias a eso, se llevó un travieso tirón en el piercing de su labio inferior. Gimió en señal de excitación y solo dejó al otro hacer lo que se le viniera en gana con él, lamiendo y mordisqueando la nueva pieza de plata que yacía en el área, tirando una y otra vez.

Dolía un poco cuando el de piel acaramelada se volvía muy brusco, sin embargo, también se sentía genial. Era muy caliente para el presidente lo que su pareja hacía.

Entre besos y caricias, empezaron con el acto, y una vez finalizaron, ambos se fueron a dormir, ignorando todo lo demás, dejando de pensar en sus preocupaciones. Ahora solo eran ellos y nada más, en el mundo de los sueños.

Kim TaeHyung estaba decidido. ¡Haría un outfit completo para Jeon JungKook! Algo formal que pudiera usar para el evento que él deseara. Así fuera una cita o una aburrida fiesta con esas personas ricachonas con las que tanto se juntaba.

--- Estoy demente por querer hacer esto en tan solo 48 horas. Soy un imbécil... ¡Pero un imbécil que hará feliz a su novio!--- soltó una risotada digna de un villano de película y se puso manos a la obra, pues el tiempo estaba corriendo y no planeaba demorarse ni un minuto más.

Estaba siendo extremadamente positivo, ¿Por qué? ¡Porque el sexo había encendido esa llama en él! Lo crean o no, parecía que eso era lo único que el chico necesitaba para recuperar la confianza en sí mismo. Eso y sentirse el ser más querido de todo el universo.

Después de despertar entre los fuertes brazos de su novio, le pidió que llamara a la facultad y que justificara su falta antes de correr apresurado hasta su habitación, donde se encerró y recogió el desastre del día anterior.

Evidentemente no le dijo ni una palabra sobre lo que estaba planeando. Tan solo usó una pequeña mentira y la universidad como una excusa, diciendo que se trataba de un proyecto final que les habían pedido para ver qué tanto conocimiento poseían sobre ello.

De alguna manera su futuro esposo se lo creyó y lo dejó a solas mientras hacía a saber qué tantas cosas en el departamento. De vez en cuando lo escuchaba, así que eso le animaba a continuar.

Jamás se había esforzado tanto por alguien. Esa era la primera vez, pero haría que valiera la pena totalmente.

--- ¡Por mi ser amado!