Una historia del omegaverse Larry Stylinson. Donde Harry y louis son amigos de la infancia pero por las circunstancias louis se mudo lejos el destino los volvió a unir haciendo que louis ya en la universidad regresará a vivir a lado de la casa de ha...
Harry caminaba por su universidad cansado de las miradas enamoradas de todos los omegas y betas que se encontrara. Desde niño se acordaba que lo agobiaban tantas personas que se acercaban a él solo por su aspecto y casta.
Empezó a apresurar el paso porque se le hacía tarde para su última clase y como siempre terminaba con broche de oro, ya que era la clase que más odiaba matemáticas financieras. Lo único bueno que tenía esa clase era que se podía sentar a lado de Liam.
-Hola payaso, saludo Harry a su amigo que se veía algo malhumorado.
-Hola hazz.
-Que paso liam parece que te despertaste con el pie izquierdo.
-AAHH es que olvide mi desayuno en mi casa por desvelarme hablando con Zayn, me desperté apurado porque se me hacia tarde para la clase con la maestra Carla, esa maestra te baja puntos si llegas tarde salí tan deprisa que mira el gran error que cometí.
Apuntó a sus zapatos los cuales eran un teni blanco y una bota café.
-Todos los que me han visto se burlaron de mí y ahora tengo hambre y lo peor es que saldré con Zayn después de la escuela y me viera asi de seguro no dejará pasar la oportunidad y le contara la historia a todos su amigos de cómo su novio llevo un Zapato de uno y otro de otro.
Harry no respondió al comentario de Liam, solo apuntó con su dedo índice al profesor que estaba parado atrás de su desafortunado amigo, el cual volteo rápidamente para encontrarse con las miradas de todos sus compañeros y de un profesor con la mirada cansada.
-Señor Payne le pediré que se guarde sus tragicomedias para después de mi hora de clase, solo no le pediré que salga, porque ya es bastante el sufrimiento que le ha ocurrido por ser un despistado.
El profesor caminó a su escritorio a iniciar la clase, mientras Harry y todas las personas a excepción de Liam contenían las carcajadas.
(Liam 21 años Alpa).
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Por otro lado a muy poco kilómetros de distancia de Harry se hallaba Louis un pequeño omega muy dulce y amable estaba de camino a su vieja casa en la que no había vivido desde que tenía 9 años gracias a los negocios de hospitales por varias partes del Reino Unido y Estado Unidos de sus papás los cuales eran dueños de una cadena llamada Hospitales Tomlinson muy reconocida, su papá era un gran cirujano por lo que se encargó de ser el jefe de los últimos hospitales que habían construido en Seattle. Por esta situación la familia Tomilson salió de su casa en Doncaster, dejando recuerdos y amigos durante los pasados 9 años.
La madre de Louis Johannah, giró su cabeza logrando ver a su hijo en la parte trasera del auto al cual le corría de su boca un hilo de baba.
-Derek tu hijo está en el quinto sueño y ya estamos a la vuelta de la esquina.
-En realidad Johannah estamos estacionados ya en el garaje de la casa.
Derek le dedicó una sonrisa a su esposa para después resoplar.
-Bueno, será un lío despertar a mi cachorro.
Johannah le devolvió la sonrisa.
-Ooh ¿Entonces lo harás tú? que bueno.
-Ehh nop maravillosa esposa me refería a Clifford que esta durmiendo a lado de mi OTRO cachorro
Empezó a reír después de notar una mirada de enojo en su esposa
-Johannah, mi vida yo desperté a nuestro hijo la última vez por lo que te toca a ti.
Derek mantuvo su risa al salir del carro para bajar todas las maletas y despertar a Cliff.
(Clifford es el perro más afortunado del mundo).
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Louis despertó algo enojado con el mundo, de verdad tenía bastante hambre y le dolía el trasero por estar tantas horas sentado.
-Hijo si me ves con esos ojos me vas a matar con la mirada. Mmmmm ya se porque no vas a la tienda de donas que está a una cuadra de aquí.
Su madre sacó dinero de su cartera mencionando las donas que les gustaria a ella y a su esposo. Louis asintió algo desanimado por tener que ir caminando pero era mejor que estar sentado o desempacando, por lo que se puso un suéter de color verde pastel que tenía en su mochila de viaje y salió.
Mierda, fue lo primero que dijo cuando abrió la puerta de verdad hacía frío. Camino a toda velocidad hasta abrir una puerta que sonó ya que tenía una campana que anunciaba la llegada de los clientes.
Tomó una charola y se dirigió hacia las donas detrás de un estante. Cuando la campana sonó una vez más, Louis con curiosidad se asomó a lado del estante que lo cubría para encontrarse con la mirada de un chico bastante atractivo de rulos y ojos color verde.
Louis de verdad se sorprendio y se sintio como un tonto ya que sin darse cuenta ya llevaba bastante tiempo mirandolo, se refugio de la mirada del chico atras del estante y se apresuro a tomar las donas que le habia pedido su mamá, salio disparado hacia la caja a pagarlas. Lou de verdad iba tan apresurado por lo avergonzado que estaba que no se dio cuenta que salió del establecimiento sin su cambio, hasta que sintió como alguien lo tomaba del hombro y le decía con una risa muy risueña y una voz tan ronca que provocó que louis se pusiera más rojo de lo que ya estaba para ese punto.
-Oye toma tu cambio, que lo lindo no te haga desprevenido.
El chico le dedicó una sonrisa y regresó al establecimiento a comprar unas ricas donas.
Louis de verdad que estaba en llamas ya ni siquiera sentía el frío de hecho sentía que hasta hacía calor se fue lo más rápido que pudo a casa. Aunque se sentía avergonzado deseaba volver a ver a ese chico tan apuesto.
Y la verdad es que no sabía que el universo le cumpliría su capricho.
