Capítulo 13

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DongHae observa con fascinación la Marca Tribal en su cuerpo, de trazos únicos e idéntica a la que tiene el mayor en su hombro izquierdo. Sonríe grande, porque la marca representa, oficialmente, un nuevo comienzo al sobreponerse sobre la antigua.

— ¿Quieres darte un baño? —Le pregunta el HyukJae, saliendo de la cama.

Asiente y lo imitan al caminar hacia el baño, pero solo alcanza a dar dos pasos antes de sentir que de su interior escurre semen, que termina manchando la parte interna de sus muslos. Es absurdo, pero las mejillas se le encienden al notar como el líquido viscoso cae por sus piernas.

Si estuviera en celo no dudaría que esa cantidad sería más que suficiente para dejarlo en cinta. Sin embargo, no hay probabilidad de quedar embarazado, ya que su primer celo, después de que su última camada cumpla los dos años, lo tendrá hasta finales del invierno.

HyukJae nota su incomodidad y lo alza en brazos hasta la ducha, picoteando sus labios antes de salir. Se toma su tiempo bajo el agua tibia y sale con una toalla amarrada a su cintura. El mayor ha cambiado las sábanas y el edredón de la cama, y entra al baño sin dejar de basar sus comisuras.

Viste una sudadera y deja el tendido de la cama en la canasta de ropa sucia. Olfatea la piel de sus brazos emocionado, porque desprende su aroma natural mezclado con el olor a menta y roble del Alfa. HyukJae sale del baño, sin toalla alguna, y aspira, notando que las flores de cerezo se perciben en él.

El ego se le infla un poco, para qué negarlo, pues cualquiera sabrá, de ahora en adelante, que son pareja y se pertenecen mutuamente.

Sonríe feliz, volviendo sus ojos medias lunas, marcando los pómulos.

—Te amo —confiesa, cuando el alto se le acerca y lo toma por la cintura. Rodea su cuello con las manos y lo atrae hacia sí para besarlo, obligándolo a agacharse.

HyukJae suspira sobre sus labios al distanciarse.

—También te amo. —Se besan con suavidad—. ¿Por qué te vestiste? Quería una segunda ronda —revela con una sonrisa traviesa.

—Si me vuelves a anudar, me romperás desde adentro. Estoy sensible. —Le acaricia la nariz con la propia—. Deja que el dolor se vaya y te complaceré. —HyukJae le besa la frente, lo abraza y siente como la culpabilidad lo inunda. Percibe el sentimiento como si fuera propio; consecuencia de estar enlazados—. Es más fácil ser anudado en celo, porque mi cuerpo está más dispuesto. El dolor no es algo grave y sé que estaré bien en la mañana. —Acuna su rostro para cruzar sus miradas; la de color miel está martirizada—. Soy joven, tú lo has dicho. Mi cuerpo no está acostumbrado a ser anudado fuera de las épocas de celo. Por eso, debemos tomarlo con calma, sin dejar de practicar, claro está —comenta, sonriendo con picardía.

HyukJae se relaja ante su proposición y recupera su hermosa sonrisa de encías rosadas. Se besan un poco más, como si no tuvieran suficiente del otro, y el mayor se viste, usando una camiseta blanca con un pantalón de mezclilla azul.

Abandonan la autocaravana en busca de sus cachorros, quienes corren hacia ellos, a pesar de estarse divirtiendo en la orilla del río con la arena, juntos a los otros niños, supervisados por RyeoWook, HeeChul y YooNa. Ambos se agachan e inundan las caritas de los pequeños con besos, que los hacen reír.

Los hombres lobo son de tradiciones y rituales. Es estúpido, pero DongHae siente que ahora sí son una familia verdadera, puesto que debido a la Marca Tribal y el aroma que exhudan, el mundo entero sabe que HyukJae es su pareja y padre de los cachorros.

—Toma. —RyeoWook le cede un termo que contiene varias hojas—. YeSung no es solo un buen conocedor de flores, también de hierbas medicinales. —Sostiene el recipiente—. Te preparo una infusión especial. Dice que te ayudará a aliviar cualquier dolor ... interno. —Le susurra la última palabra.

War of HeartsWhere stories live. Discover now