Cap. 13 - Lo Mismo

Start from the beginning
                                    

-"Nos merendamos algo? Preparé unos sandwiches de queso suizo, jamón serrano y ensalada verde, y traje ensalada de frutas, que se que te gusta en la mañana" dijo Luisita acordándose del desayuno que tuvieron en Casa Cortés, saliendo de la charca y caminando hacia la piedra donde dejaron las mochilas.

-"Sí, de verdad que hace hambre. El agua como que me despertó el apetito" dijo mirando a la rubia, pues sabía que no solamente el agua le había provocado hambre. Quizás otra cosita también.

Buscaron sus toallas y se acomodaron en un llanito que había para sentarse a comer. Allí comenzarían a conocerse más.

-"Vives sola en el Viejo San Juan?? comienza Amelia.

-"Vivo sola, no tengo novio...ni novia, ni mascotas. Mi última relación fue como hace más de dos años aproximado, y no se si le llame relación. Fueron más salidas que otra cosa y no iba a serio. Mi familia está en Valencia como te había mencionado. Aquí mi famila es Naya, quien es mi mejor amiga que trabaja en el restaurant, y Titi Lucy, que es la cocinera. Ella es como mi madre, porque mira que me cuida que no tienes idea!" dijo riendo. "Y tú?" era el turno de la morena.

-"Pues... a ver..." dijo cogiendo aire y fuerzas para hablarle de un capítulo muy triste en su vida. "Yo tuve una relación de cuatro años, con una chica, se llamaba Antonella. Fuimos muy felices sabes, y fue muy especial. Con ella viví todo por primera vez" dijo con nostalgia. "Hasta que un conductor borracho invadió su carril cuando ella conducía su motora oficial hacia el cuartel donde trabajaba. Fue un momento de mi vida muy difïcil y oscuro. Caí en una depresión por lo inesperado que fue todo. Ignacio y María siempre estuvieron ahí conmigo y no me soltaron. Gracias a ellos estoy aquí. Pero no te niego que ha sido duro, todo".

Luista no sabía como reaccionar a eso que le estaba contando la morena. Pero lo que sí sentía eran unas ganas inmensas de abrazarla y no soltarla, y volverle a decir "mírame y confía".

-"Lo siento mucho Amelia, de verdad. Es que no puedo ni imaginarlo. Sabes que lo que necesites, aquí estoy también, ya lo sabes" le dijo Luisi.

-"Sí, gracias. Pero sabes qué? Por qué mejor no terminamos de devorar esto para ir al otro sito?" dijo Amelia cambiando el tema abruptamente.

-"Vale!! Que te va a encantar!" le dijo Luista dando los últimos bocados a su sandwich.

Terminaron de comer, se vistieron nuevamente, agarraron sus mochilas y emprendieron camino hacia la Casacada Juan Diego. Durante la caminata le tomaron foto a la cotorra puertorriqueña, que es una especie en peligro de extinsión, así como otras aves y plantas silvestres.

Fueron como venticinco minutos desde donde estaban, pero valió la pena tan pronto llegaron

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Fueron como venticinco minutos desde donde estaban, pero valió la pena tan pronto llegaron. Una casada natural, con rocas negras de fondo, caía fuertemente en la charca formada por las mismas corrientes del río. Un sonido hermoso y relajante. Una vista maravillosa.

 Una vista maravillosa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Entre MaresWhere stories live. Discover now