¿¡Nꮻ ꮪꮻꮇꮻꮪ ꮮꮻꮪ ꮜ́ɴꮖꮯꮻꮪ!? ᨒ 𝙴𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘

Ꮯꭺꮲ 5: "Ꮋꭺᏼꮖꭲꭺꮯꮖꮻɴꭼꮪ"

Una vez que Mirabel sacara a relucir su talento para el canto, Alma le dijo a Casita que hiciera seis habitaciones para invitados.

Con todo gusto hizo lo que le pidieron, creando seis habitaciones en el mismo piso donde estaban las demás.

Feliz y Agustín se despidieron de la familia alegando que debían avisar al pueblo que todo estaba en orden.

—Las habitaciones tienen sus nombres, vallan a dejar sus pertenencias, enseguida estará el almuerzo —indicó la abuela viendo como su hija de dirigía a la cocina— Camilo lleva a Lucca, Catalina y Santiago a su habitación—

—Nosotros te ayudamos —Se ofreció Mirabel junto a Antonio.

—Isabela, tú y Luisa lleven a Alexander y Sebastían a su habitación —

—Si, abuela —respondió la chica mayor.

—Pepa, indícale su habitación a Valeria, Andrés y Samuel —

—Está bien mamá, vamos Felix —subió las escaleras siendo seguida por los Bedoya.

—Bruno, acompaña a Esteban —

—Toco madera, de acuerdo —con algo de miedo acotó la orden.

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—¿Cuál de ustedes es el que cambia de forma? —preguntó curioso el niño tomando la mano de su hermano mayor.

—¡Oh,si! Me olvidé cambiar —aquella chica musculosa de repente se encogió, mostrando a un chico con rulos.

Se sorprendió, no esperaba que aquel chico fuese... ¿cómo decirlo sin sonar patético?

Tal vez...¿lindo?

No, espera. Eso no es lo que quizo decir, o sea si pero no.

"Tsk, maldita sea. Acaba de guiñarme el ojo"

Entró en pánico, ¿cómo debía reaccionar? Hace tiempo que no se relacionaba con chicos o chicas de su edad, aparte de su hermana.

"¿En serio se lo tomó mal? Solo estaba jugando" pensó el Madrigal cuando el chico frunció el seño y desvió hacia un costado la mirada.

—Aquí es su cuarto, pasen —la chica sin don los invitó a pasar.

—¡Que lindo! ¡Es verde, mi color favorito! —chilló entusiasmada.

—¿En serio? ¡También es mi color favorito! —

—¡No puede ser! ¡Que coincidencia! —tomó las manos de su, ahora, nueva amiga.

—Ven conmigo, tengo una caja llena de cosas para decorar tu parte de la habitación —jaló a la chica hacia una puerta, detrás estaba lleno de cosas que la gente del pueblo les regaban. Eran tantas que las guardaban en una habitación.

Los chicos, quienes se mantuvieron al margen, observaron a las dos féminas irse.

—Aww, ¡que lindo! Es un jaguar de peluche —dijo tocando con cuidado el juguete.

—¿Quieres ver unos real? —

—¡Sí! —

El Madrigal menor corrió hacia el patio siendo seguido por su nuevo amiguito.

—Bueno... eh, te dejo para que desempaques —salió rápido y cerró la puerta.

"Que incómodo" acomodó sus rulos y siguió su camino.

"Bien hecho Lucca, ahí va la oportunidad de tener amigos" se reprochó con ironía.

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