La Mate del Alfa

Capitulo XVII. Iris Metálicos

POV DOMINICK.

Al llegar a la frontera que separa ambas manadas el humo inunda mis fosas nasales al igual que el dulzón hedor de los chupasangre. Avanzo con Patrick a mi lado y el escuadrón tras nosotros, estamos alertas y listos para un ataque inminente pero no hay ni rastro de ellos. Lo único que hay frente a nosotros es un escenario digno de una película de terror.

Los cuerpos sin vida de ambas especies están regados por todo el suelo con grandes charcos de líquido camersí debajo de ellos. Algunos tienen la garganta degollada de un solo tajo mientras otros están llenos de heridas letales por todo el cuerpo. Avanzo lentamente entre los cadáveres con cuidado de no pisar a ninguno. El frío cala mis huesos al igual que el sentimiento de culpa se instala sin previo aviso en mi pecho haciendo que el ya familiar nudo en la garganta me impida pensar con claridad.

Una a una vamos registrando las casas destruidas buscando algún sobreviviente, pero lo único que encontramos es muerte y cenizas. Al llegar a la entrada de la escuela les hago una señal a mis hombres de que se queden afuera mientras que entró con pasos pesados a la gran estructura. Al pasar los segundos el nudo en mi garganta se vuelve cada vez más insoportable al igual que el ardor en mi vista. Decenas de pequeños cuerpos ocupan el lugar. No hay ningún sobreviviente.

La ira y la culpa embargan mi cuerpo creando un peligroso cóctel de emociones. Me siento inútil al saber que no pude hacer nada para protegerlos.

Tras comprobar que no hay ningún sobreviviente salgo a paso lento del edificio totalmente derrotado. El olor a muerte me tiene mareado mientras que las arcadas no tardan en aparecer. Avanzo hacia la casa del alfa mientras que mis hombres me siguen sin emitir palabra. Las voces en mi cabeza no paran de gritarme una y otra vez que todo esto es mi culpa y que gracias a mí, cientos de vidas inocentes fueron arrebatadas.

Al llegar el humo negro y espeso me resta visibilidad mientras que al mismo tiempo hace que me arda la vista. La mitad de la casa se encuentra en llamas, en el patio delantero están los cadáveres de la mate y los dos hijos de Cameron el alfa de la extinta manada Blue Sky. Mientras que Cameron se encuentra suspendido boca abajo de las ramas de un árbol. Su cuello se encuentra lleno de mordidas, mientras que en sus brazos y abdomen se encuentran quemaduras que solo se pueden lograr con la plata líquida. Lo torturaron hasta el último minuto de vida.

Un aullido gutural trepa por las paredes de mi garganta. Lo dejo salir mientras la ganas de aislarme del mundo y olvidarme de todo por un momento se intensifican. Pero no puedo ya que tengo a una manada que resguardar. Una pequeña que proteger con mi vida y un hijo de puta que matar.

A veces nos consumimos tanto la cabeza pensando en el bienestar de lo demás que olvidamos por completo que también nosotros merecemos un descanso.

Tras unos minutos, salgo de mi ensimismamiento y a través del link ordenó a mis hombres apagar el fuego y preparar el funeral de las víctimas del ataque. Controlo mis impulsos de mandar todo a la mierda y matar a ese hijo de puta de una vez por todas repitiendome a mismo que tengo que pensar con la cabeza fría y eso amerita no dejarme llevar por mis instintos. Soy un estratega innato y gracias a eso se perfectamente que para poder estar un paso adelante de él, tengo que controlar mis emociones y no demostrar debilidad por nada ni nadie en ningún momento.

Se que crees que es tu culpa Dominick pero no lo es. Todo esto es por culpa del malnacido de Damon no dejes que la culpa tome el control de tus emociones no caigas en sus juegos mentales de nuevo. Si queremos ganar está guerra debemos perder a muchos y lo sabes.

Observo el pelaje gris de mi beta alejarse para ayudar a los demás a transportar los cuerpos a un mismo sitio para darles sepultura. Mi mente va a toda velocidad pensando en el siguiente movimiento que podrían hacer los chupasangre y la manera de impedirlo.