Oliver giro un poco para poder verme aunque sea por el rabillo del ojo.

—¿Estas bien?

Asentí si decir nada. No lo estaba.

—okey.  —Asintió dirigiendo su atención de nuevo a película.

¿Dónde quedó lo de haremos todo menos ver la película? Cuando estaba segura que está vez podía utilizar como distracción Oliver no tenía ganas de nada conmigo. 

En este momento lo necesitaba más que nada para poder librarme de tanta tensión de esta tarde. Pase mis manos sobre mis muslos levemente nerviosa.

Tire mi cabeza hacia atrás donde estaba mi almohadas.

Fui el que hizo gemir hasta no querer parar.

Abrí los ojos de golpe y reaccione.

Desde cuando empezaba a pensar en ti. Ya era una tortura sin sentido.

Me reacomode de nuevo y ya cuando me di cuenta la película ya estaba llenándose de los créditos.

—Estuvo buena, pero hay mejores  —Me dijo mi novio dejando el bol de palomitas en el suelo. Gateo a mi para poder besarme. No me vi cerrar los ojos al momento.

—Me gusta tu vestido, pero esta muy corto  —Murmullo Oliver con sus labios cercanos a los míos.

—¿te quedaras?  —le pregunté cambiándole de conversación.

Me miró por un instante a los ojos y luego capturó de nuevo sus labios a los míos. Dejó caer su mano alado de mis caderas aún sin tener tacto.

Cerré los ojos y fue inevitable dejarme llevar. Mis manos se hicieron un puño en su cabello atrayéndolo a mi. Quería más, quería poder sentirlo y olvidarme de todos los recuerdos lascivos que me traía Adriel en los momentos menos correspondidos.

—Oye oye  —se separó Oliver de mi dejándome perpleja— casi me arrancas el cabello - Río separándose completamente de mi.

Mierda.

—perdón no quise lastimarte.

—Se más delicada por favor  —cogió sus zapatos para colocárselos.

Doble mierda.

—¿te vas? —Le pregunte incorporándome.

—Si, ¿no ves?  —dijo obvio— Tengo reunión con unos chicos en la casa de Carlos así que no puedo llegar tarde.

—oh entiendo...  —murmure.

Me dio un último beso antes de coger su chamarra que estaba en mi silla del escritorio y de una mirada rápida entre los dos, el salió de mi habitación. Mierda, había empezado a tener esas facetas de fantaseo.

Dios que me había pasado.

Baje las escaleras con los pies descalzos para ver marcharse a Oliver. Me deje caer en las escaleras, rendida.

Por favor se más delicada. En que momento deje de serlo, los incrédulos vinieron.

¿Mierda, que me habías hecho Adriel?

// // //

// // //

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Amor Por Error ©Where stories live. Discover now