UNA VIDA A TU LADO. - GRINDELDORE.

Capitulo 1.

CAPITULO 1.

El timbre resonó por toda la casa, Albus terminó de servir la cena en los respectivos platos cuando se acercó a la enorme puerta con incrustaciones plateadas, afuera estaba Newt con su abrigo café y su cabello desordenado por el viendo.

– Bienvenido Newt – saludó Albus

Se estrecharon la mano y luego Newt entró, nunca pensó que el sueldo de un profesor de Hogwarts pudiera alcanzar para llevar la vida que Dumbledore tenía, la casa era enorme y se veía bastante lujosa, sin embargo, él era demasiado cauteloso, nunca comentó nada pero no dejaba de sorprenderle.

– Bonita casa, Dumbledore – alagó Newt dejando su maleta encima de la alfombra.

El salón se extendía en frente de ellos acunando sillas y poltronas elegantes pero con una calidez muy arraigada a Albus, sobretodo la chimenea que había sido capricho del profesor.

– Gracias, Newt – le sonrió Albus – He preparado la cena, espero que tengas hambre.

Newt asintió enteramente – No he cenado, así que muchas gracias.

Albus asintió, Newt siempre fue una persona trasparente, lo admiraba bastante. Se acercó a el joven.

– Lo cierto es que quiero hablar contigo a solas antes de la cena.

– ¿Acaso no estamos a solas? – preguntó Newt

Albus vaciló – Alguien nos acompañara en la cena y este tema es privado, solo puedo confiártelo a ti.

Newt se encogió de hombros, despreocupado.

– Como quiera.

– Sígueme, vamos a mi estudio.

A diferente del estudio de Gellert, el de Albus era más acogedor, en todos café y dorados, con muchos libros y un asiento amplio al lado de un ventanal que daba al jardín. Newt se sentó en el sillón y Albus cerró la puerta con un movimiento suave de su muñeca, se sentó a un lado de Newt.

– ¿Sabias que en Estados Unidos hay muchas criaturas mágicas? – preguntó Albus

Newt juntó sus cejas – Si, se de algunas aunque no he tenido el placer de ir para verlas personalmente.

Albus tomó su varita y la meneo por encima de sus cabezas, la imagen de un enorme obscurial apareció con sombras jugando a su alrededor, Newton alzó las cejas, asombrado por lo que veía.

– ¿Conoces a los obscurus? – preguntó Albus cauteloso

Newt asintió lentamente, viendo aquella criatura en el reflejo que había convocado Dumbledore.

– Hay uno en Nueva York –

El joven Scamander arrugó el entrecejo – ¿Cómo lo sabe?

– He estado haciendo averiguaciones por mi cuenta, de carácter personal, quizá luego te cuente de que se trata.

– De acuerdo, pero... ¿Qué tengo que ver yo, profesor?

Albus desapareció la imagen con un simple movimiento de varita.

– Necesito que vayas por el

– ¿Por el obscurus?

– Está haciendo estragos en Nueva York, y Macusa se interpondrá, lo asesinarán, Newt –

Newt miró de reojo su maleta, él era una de las personas más empáticas del mundo con el tema de los animales... y eso lo sabía Dumbledore, pero el joven no era estúpido, sabía que Dumbledore siempre traía algo bajo la manga.