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Daniel:
- ¿Como puede ser mejor Freddy Mercury a Michael Jackson?- protestó riendo
- Es mejor - dije sonriendo
- No es verdad - dijo como niña pequeña
Ambos habíamos tenido una deliciosa y agradable cena y ahora solo hablábamos de cosas triviales, cada platillo fue magnífico y Annie pareció disfrutar de cada uno, está noche se podía definir como perfecta.
- Daniel más vale que quites esa música por qué me estoy empezando a dormir - dijo Annie riendo
- ¿No te gusta la música clásica?- cuestioné mientras sacaba mi celular y me ponía de pie para caminar asta la pequeña bocina a un lado del gran salón.
- Soy el tipo de personas que pone música clásica para concentrarse y termina bailando - dijo girando la mitad de su cuerpo para verme
- Eso es muy tu- dije soltando una leve risa
- ¿Y como soy yo según tu?- cuestiono mientras se ponía de pie y caminaba hacia mi
- Bueno, eres divertida, graciosa, leal y mucha cosas más por las cuales me tienes a tus pies - dije cuando la tuve frente a mi y pude ver cómo sus mejillas adquirian un tono ligeramente rosado
- Más vale que sepas en lo que te estás metiendo - dijo tomando la valentía de poner sus manos en mi cuello y el simple rose de sus dedos en mi nuca me causo un escalofrío
- Así, ¿en qué?- le seguí el juego colocando sus manos en su cintura para acercarla
- No soy como las chicas que babean por ti, no me gusta maquillarme, no uso zapatos caros y bolsas extravagantes y no soy de la clase de chicas que compra ropa sexy - dijo casi pareciendo avergonzada
- No me importa, por qué aún que no lo creas todos esos pequeños defectos como sueles verlos son cosas que te hacen única........ me gustas Annie, me gustas mucho - dije sonriendo y viendo su sonrisa crecer
- Oh ya nos pusimos románticos - dijo divertida sacándome una risa - entonces debo decir que me es imposible no quererte.........y si lo quieres intentar adelante, hagámoslo, pero hay mucho que no sabes y tal vez cuando lo sepas ya no quieras estar conmigo- dijo con sus ojos fijos en mi
- No me importa, quiero intentar todo contigo y quiero seguir conociéndote, quiero estar contigo y nada más - dije tomando su mano
Annie:
En cuanto tomo mi mano sentí de nuevo mi estómago revolotear, sentí que estaba en lugar correcto y con la persona correcta. En cuanto lo hizo lo supe, estaba enamorada de Daniel Ricciardo y me gustaba.
Vi sus ojos, esos ojos cafés que para muchos podrían ser unos comunes y corrientes pero de alguna forma para mí se habían convertido en los más bonitos que haya visto.
