𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐌𝐈𝐍𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐕𝐈𝐂𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀. PAUSADA ( Daniel Ricciardo)

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 14 - DE VUELTA A CASA

- ¡Theodore Evans más vale que bajes ya!- grite desde la cocina

Había llegado ayer por la noche a México después de un largo día con Daniel, me llevo a comer como nunca en mi vida, recorrimos algunas calles de la bella Australia y después me llevo al aeropuerto, donde me despedí de el con la promesa de comprarle algo de México.

- Ya estoy aquí mujer - dijo mi hermano

- ¿Seguro que no quieres que te acompañe?- le dije poniéndome mi sudadera

- No, tu ve a entrenar que mucha falta te hace - dijo y lo vi mal

- Pero irás solo

-No iré solo, Jazmín irá conmigo- dijo y vi un ligero rubor en sus mejillas

Jazmín era una chica dulce y hermosa y por más que mi hermano lo negara sabía que tenía un flechazo con ella.

- Está bien......espera ¿debo darte la charla?- dije sonriendo

- Dios no, solo iremos a un museo- dijo colorado asta las orejas

- De acuerdo, lo siento......vámonos - dije tomando al pequeño Miguel Ángel dormido

Aún era temprano y tenía sueño pero debía hacer muchas cosas, deje a mi hermano Theodore en el museo de Antropología de la Ciudad de México y cambie rumbo a la UNAM, (Universidad Nacional Autónoma de México). Llegué con tiempo de anticipación y cargue al pequeño Miguel Ángel que dormía como nunca, busque al chico que desribió Susie pero nada, así que me senté en el pasto a esperar.

- Hola - dijo un chico llamando mi atención

- Hola - dije sonriendo

- Soy Marco, tu nuevo entrenador- dijo estrechando mi mano

- Genial, te busque pero no te encontré - dije

- Estaba explorando, pero debemos comenzar

- De acuerdo solo que.....- dije viendo a Miguel Ángel

- No hay Problema, daremos vueltas aquí- dijo sonriendo

- Bien, entonces comencemos

Deje al pequeño Miguel Ángel dormido en el pasto y le puse mi sudadera encima, Marco y yo comenzamos a correr mientras platicamos, era un chico agradable. Su madre era Mexicana y su padre de Londres, el creció en Londres pero estudio la Universidad aquí en México, era una persona que a simple vista se veía amigable.

Corrimos un buen rato, ya estaba sudando y el sol se empezaba a intensificar.

- Bien, Ya sé cuál es tu problema - dijo deteniéndose

- ¿Cuál?- dije jadeando

- En esta semana aumentaremos tu resistencia y reflejos - dijo ignorando mi pregunta - así que Annie prepárate para unas largas semanas.

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Día uno

- ¡Más rápido!

Llevaba tres kilómetros corriendo y sentía que ya no podía, debía tener más resistencia y fuerza muscular para la mitad de la temporada.

Día dos

Me dolía todo, cada músculo del cuerpo, mis brazos ya no daban para más pero las pesas que cargaban cada vez iban pesando más. Maldita la hora en que acepté esto

Día tres

Como demonios pueden soportar esto los chicos, en mi vida vuelvo a hacer ejercicio así, Marco exigía demasiado y yo trataba de seguirle el ritmo.