Extra +21

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ATENCIÓN: Esto es un extra y para entenderlo deben tener en cuenta un par de cosas. La primera es que sucede mucho antes de que existiera Blessed o Aedus. Segundo, recuerden que Satán es bisexual y primero estuvo obsesionado con Lucifer. Tercero. Satán es un manipulador desde tiempos inmemorables.

Sin más, van a leer bastante suciedad por aquí, aun así, déjenme saber con sus comentarios si les gusta o quieren una futura segunda parte. 😏

La caída de Lucifer

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La caída de Lucifer.

Satán.

Décadas antes de Blessed Diums.

Caer era algo que siempre debería dar placer.

Nunca se estaba lo suficientemente abajo, jamás. Y eso era algo que me agradaba. Porque entre más oscuro fuese el pozo, más distintivo sería el placer y la agonía.

Entre penumbras el dolor, la muerte, la perversión y la sangre brillan aún más y no era como si pudiera quejarme, jamás lo haría porque...

Si la oscuridad estaba, era porque yo existí. Si el dolor brillaba, fue porque yo lo impartí. Si la muerte llegaba, fue porque yo la llamé. Si la perversión gobernaba, fue porque yo la coroné.

Todo pasaba porque mi existencia lo reclamaba, justo así como yo reclamaría al ángel que estaba ahí conmigo.

Lo haría porque todo me pertenecía y nunca nada lograba escapar de mí.

Nunca.

La primera vez que conocí al príncipe arrogante de los cielos: Lucifer Diums.

Supe que lo quería en la parte más profunda de la oscuridad, un lugar tan denso y siniestro que, al final, él no sabría si le gustaba o no, porque la crueldad lo rodearía a tal punto de consumirlo hasta dejarlo en cenizas. Unas cenizas en las que yo me iba a venir en gloria, pecado y soberanía.

¿Por qué quería tupirlo en maldad?

La respuesta era obvia, clara y concisa. La luz existía para ser apagada y el bien para ser consumido. Nada que fuera perfecto podría existir en una inmortalidad en donde se buscaba dañar, gozar y penetrar. No había sentido en existir, si no dejabas una marca tan irreversible como el tiempo, por ende...

¿Qué mejor que pervertir aquello que está condenado a ser casto, decente y puro...?

El infierno existía justo después de mí, no antes. Yo era su creador. La oscuridad vino conmigo y jamás se iría sin mí. Aun así, no me gustaba gobernar solo, sentía la necesidad de tener algo conmigo a lo que pudiera no solo dirigir, sino también domar, ridiculizar y tomar hasta que me aburriera y lo asesinara.

Cuando la existencia se dividió entre Dyous y yo, y él tomó la luz y yo caí a las penumbras, supe que sin duda alguna gané. Porque en oscuro iba a poder hacer todo aquello que mi mente retorcida anhelaba, porque no necesitaba justificarme con nadie, ya que a diferencia de la luz que siempre juzgaba, la oscuridad solo otorgaba:

OSCURA INVOCACION IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora