One shots de Treasure

Just go

Yoshi x Yoonbin x Yeongue.

-Hay ocasiones en las que me gustaría volver a enamorarme, días en los que ya no me duele tanto- suspiro- pero solo son momentos. Cuando pienso en todo lo que nos pasó, en como sufrí por tu causa... Me doy cuenta que es el último sentimiento que quiero en mi vida.

-Yoshi...

-Ya no te culpo, lo digo en serio- negó- Se que no fue tu culpa. Entre en tu corazón cuando no tenía el derecho, te confundí y lo entiendo... Pero tienes que dejar de pedirme perdón- suspiró rendido- Cada vez que te disculpas me estas hiriendo, solo vete, por favor... Ya no soporto estar cerca de ti. Ve con él, ya no nos mientas más. Ambos sabemos que lo amas.

-Yo... no, es...

-No soy ciego Yoonbin, la forma en que sonríes con él- solto un suspiro agotado- Dios, no me comparo con eso. Con solo verlo se te iluminan los ojos, ¿cómo puedo competir con ello? Solo ve, no te pienso retener más. Realmente espero que seas feliz, que tengas eso que nunca tuviste conmigo. No te preocupes más, se que soy capaz de hacer que tu recuerdo ya no me atormente en las noches- se dio la vuelta- Este es el fin, lo digo enserio. Te estoy dejando ahora.

Yoshinori se fue dejando a un desconsolado Yoonbin atrás. Era doloroso, pero en el fondo ambos sabían que era cierto. Se amaban pero uno amaba más a otro. Yoshinori lo sabía. No le negaría la felicidad a Yoonbin, aún si eso implicaba el tener que dejarlo ir con otra persona, ya no había más que hacer.

Desde un principio Yoshinori ni siquiera tuvo que ocupar un lugar que nunca fue suyo, ese espacio en el corazón de Yoonbin tenía nombre y apellido y esos no eran Kanemoto Yoshinori, sino Kim Yeongue.

Lo intento, nadie podría decir que no lo hizo, pero en realidad no hay que intentar esas cosas. Con el amor, con el verdadero amor, no hay que esforzarse, no tanto. Porque claro, el amor requiere sacrificios y esfuerzo, pero hay que saber cuando ya es suficiente. Si Yeongue se gano el corazón de Yoonbin solo estando allí, ¿por qué Yoshinori tenía que dar todo de si cada día? Era agotador, el amor requiere esfuerzo, si, pero no debería dejar esa clase de sentimientos, no sentimientos de insuficiencia. Debería sentirse satisfecho sabiendo que sus esfuerzos era por la persona que amaba y que esa persona hacía lo mismo por él. No era el caso. Sabía que Yoonbin lo intentaba, pero aunque quisiera no le podía dar todo, no si la mayor parte de su corazón gritaba el nombre de otra persona.

Yoshinori estaba en una constante competencia para poder obtener el amor de Yoonbin, pero por más que se esforzará, nunca jamás ganaría. Desde un principio Yeongue ya estaba en la línea de meta cuando él apenas comenzó la carrera, se encontraba en desventaja, cada vez, pues esa no era la primera vez que corría la carrera. La corrió tantas veces, cada vez perdiendo de una manera más abismal que la anterior, pareciera como si él solo se encontrara parado en la mitad de la pista mientras Yeongue ni siquiera tenía que correr, pues era Yoonbin quien lo llevaba, estaba cansado. Está sin duda seria la última vez, ya no podía más.

-¿Estas bien?- le preguntó Yeongue a Yoonbin.

-No lo creo- sus lágrimas no paraban de correr.

-¿Sabes que cada vez que te encuentras con Yoshinori vuelves de esta manera?

-¿Es así?- Yeongue asintió- Tienes razón, siempre que nos vemos el resultado es el mismo... Soy una persona terrible.

Yeongue lo abrazó para reconfortarlo, Yoonbin se sintió bien al tener los brazos del menor para él, pero esa punzada en el corazón no desaparecía. Había estado lastimando a Yoshinori durante tanto tiempo, ahora lo único que pedía era que el mayor pudiera encontrar a alguien bueno, alguien que no se pareciera en nada a él. Pues él merecía ser amado, no solo un poco, no como una segunda opción, se merecía que lo amaran con locura, completamente y sin restricciones
Que lo amaran solo a él.

-Todo estará bien, yo estoy contigo- le sonrió el menor.

-Ese es el problema- susurro.

Yoonbin tenía a Yeongue pero el mayor aún no encontraba a esa persona y él estuvo jugando con él, quitándole tiempo. Perdió muchas oportunidades, mucho tiempo desperdiciado en alguien que jamás sería la persona indicada. "Lo siento Yoshi" era lo único que le quedaba por decir.

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