Preparativos y más sorpresas

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Estábamos en la mansión Torchio, ya llevábamos una semana viviendo juntos en la casa que era nuestra desde el principio.

-Creo que deberíamos sentar a mi padre en la mesa de los chicos- dije mirando las hojas que teníamos en la mesa del despacho

-Pensaba en tener una mesa grande para nosotros y nuestros amigos

-Pero seríamos demasiados- me rasqué la cabeza- podríamos poner una mesa grande en forma de "u" a un lateral la mitad de nuestros amigos, en el otro extremo, la otra mitad con mi padre- cogí un boli y empecé a dibujar la idea que tenía

-No está mal- dijo y cogió mi boli- pero las niñas¿ las pondríamos con sus padres?

-Podríamos ponerlas en una mesa separada, la típica mesa de los niños- rió- pero serían las únicas niñas

-Bueno... creo que hay gente de la mafia que tiene niños pequeños, más o menos la edad de las dos- me miró

-Genial, entonces montemos una mesa para niños, pero si hay muchos los dividimos en otra mesa

-¿De hasta cuantos años?- preguntó- Podemos hacer una mesa de hasta 11 años, a los 12 los niños pasan de ir con sus padres- rió- y a demás estarían con el móvil

-Vale, me parece genial- comenté- ¿Y Zinerva y Fabrizio? Si los ponemos en la mesa grande habría mucha gente

-Es cierto... habría demasiada gente en la mesa...- se quedó pensativa- Lo tengo, mesa para nosotros y nuestros consejeros y pareja, otra mesa cerca para nuestros amigos, al otro lado pondríamos a tu padre, Fabrizio y Zinerva

-Pero si en la mesa de nuestros amigos habría mucha gente, a demás Leo es tu consejero e iría solo- hice una mueca

-Pues... joder es verdad- se quejó

-Tranquila amore- puse mi mano en su hombro- a lo mejor Leo quiere llevar a alguien, sería cuestión de hablar con él

-Será lo mejor- se llevó las manos a la cabeza- estoy agotada, necesito un zumo

-Enseguida te lo traigo- me levanté y besé su cabeza para después ir a la cocina a por un vaso de zumo de guayaba. Cuando volví al despacho Alessia no estaba, dejé el zumo en el escritorio y fui a buscarla, escuchaba arcadas que provenían del baño, así que me acerqué.

-Ethan vete- consiguió decir mientras vomitaba, así que me acerqué a ella para poder sujetar su pelo

-Tranquila principessa- acaricié su espalda- el estrés de los preparativos

-Que asco- se quejó y empezó a sollozar

-Amore solo estás nerviosa, es normal- ayudé a que se levantara y se cepillara los dientes. Tiré de la cadena mientras Alessia se lavaba la boca, la pobre estaba muy nerviosa estos días y es la tercera vez que vomita.

-Necesito ir a dar un paseo, iré a la casa de Leo- cogió mi mano- ¿No te importa?

-Te llevo- sonreí

-Prefiero ir sola- besó mi mejilla

-Claro, me quedaré y prepararé algo para comer

-Está bien- sonrió y se marchó. Me daba apuro dejar a Ale sola sabiendo lo nerviosa que está, es normal, llevamos unos días muy estresantes con los preparativos de la boda, no paramos de comer, todo lo que come lo vomita...

Preparé un puré de verduras para que al menos cuando volviera a casa tuviera algo que comer y no lo vomitase. Preparé la mesa y serví dos copas de vino para cuando volviera.

Volverte a ver ~ Ethan TorchioWhere stories live. Discover now