Volverte a ver ~ Ethan Torchio

Trato hecho

-Podríamos deshacernos de los Fiore y la alianza que los Leone tenemos con ellos

-¿Y a mi en qué me ayuda?

-Primero tendrías a tu novia contenta y segundo podríamos crear una alianza entre los Leone y los Torchio - me quedé unos minutos en silencio, necesitaba pensar un segundo en la propuesta que acaba de hacerme Ale...

-¿Te había dicho alguna vez que amo tu forma de pensar?- comenté y ella negó con la cabeza- que sepas que me parece una idea brillante

-Lo se- comentó risueña- a demás los Fiore no son tantos como para que nos preocupemos por ellos.

Se me había olvidado lo brillante que era la mente de mi querida Alessia, nunca se me hubiera ocurrido formar una alianza de las dos mafias.

-Señor Torchio- pasó su mano por delante de mi cara para así llamar mi atención

-¿Eh?- logré contestar y soltó una risita

-Solamente quería saber si quieres meterte en el jacuzzi conmigo- se quitó el albornoz mostrando su hermoso cuerpo desnudo

-Claro que si- reí y me quité la ropa rápidamente para meterme con ella en el jacuzzi

-Señor Torchio- cogió mi mano- Creo que me va a tener que castigar

-¿Has sido mala?- ella asintió mordiéndose el labio

-Muy mala- susurró en mi oído y me besó el cuello.
Entramos en el jacuzzi y enseguida se subió encima de mi.
Apartó mi melena para así poder morder mi cuello; ambos estábamos excitados, necesitábamos juntarnos y agarrarnos. Acaricié su cicatriz del cuello y la besé delicadamente, pude ver como ella sonreía.
Con cada embestida ella enterraba más sus uñas en mi espalda, su piel erizada por el calor que ambos desprendíamos y por el roce del agua sobre nuestros cuerpos.
Sus manos acariciaban mi pelo y suavemente tiraba de él haciendo que me moviera con más rapidez. Puso mis manos sobre sus caderas para aumentar la fuerza de las embestidas.
-Ale...- gemí en su oído, ella calló mi boca juntando sus labios. Llevó su mano hacia mi cuello y lo apretó levemente

-Te amo...- contestó cuando llegó y finalizó con un beso

-Joder...- volví a besarla y junté nuestras frentes. Nuestras respiraciones estaban entremezcladas, no podía parar de mirar la sonrisa de Ale mientras intentaba recuperar el aire.

-Estemos así para siempre- dijo como pudo- sin peleas, sin mentiras

-Podemos estar mejor- retiré unos mechones de su cara y los puse detrás de su oreja.

Estuvimos tranquilos en el jacuzzi, descansando como merecíamos. Su cabeza estaba apoyada en mi pecho y yo acariciaba su rostro angelical.

-Nico es preciosa- comentó- Me hubiera gustado estar a su lado cuando nació

-Nunca es tarde principessa- besé su cabeza

-¿Puedo confesarte algo?- asentí con la cabeza- Cuando me enteré de que Thomas fue padre... envié al hospital una cesta con cosas para el bebé y Lavinia

-¿Fuiste tú?- asintió- pensábamos que fue algún fan

-Pues fui yo- sonrió- me enteré por redes sociales y debía hacer algo por la que un día sería mi sobrina