PRÓLOGO

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Paso el dorso de la mano por mi mejilla, recogiendo la lágrima emergente de mis ojos. Suspiro con la pesadez de mi pecho, observo el techo de mi habitación y el nudo en la garganta cada vez se intensifica más y más. No puedo parar de pensar en todo lo sucedido, una y otra vez. Mi cama se hace grande sobre mi pena y me hago un ovillo de sábanas entre el llanto incesante y la mente nublada que caracteriza este dramático momento. La impotencia, la agonía se apoderan de mi cuerpo. El dolor ensordecedor que se acomodó en mi pecho el día que ocurrió todo, y que ya prácticamente forma parte de mí, se vuelve sofocante e insoportablemente, hiriente.

 -¿Por qué?- pregunto con un hilo de voz rota a la nada. La nada no contesta.

-¿Por qué?¿Por qué?¿Por....- pregunto tantas veces como el llanto me permite. La irregular y agitada respiración también se interponen, la necesidad de aire aumenta cada segundo. Me levanto de la cama cayendo inevitablemente al suelo de rodillas y sigo llorando ahí. Agacho mi cabeza y mis manos, y me hago una bola golpeando el suelo con los puños. Lo que era un llanto silencioso se convirtió en un escandaloso intento de respirar, mientras los jadeos agónicos de dolor salían de mi boca y las lágrimas rodaban mis mejillas. La sensación de que me muero está presente en mí. No puedo respirar, me estoy ahogando... no puedo más. Me levanto a duras penas del suelo y me apresuro a la puerta de mi habitación, la abro sin cuidado y me dejo caer en el suelo del pasillo tratando de llenar de algo mis pulmones en el camino. Entonces, me doy cuenta, de que a pesar de ser las 4 de la mañana tenía que gritar o me moriría. Lo intento pero de mi boca nada sale, solo llanto e intentos fallidos de respirar. Cuando al final la desesperación me da la mano y mi voz se vuelve una explosión rota de abatimiento y necesidad de ayuda

- ¡¡¡MAMAAA!!!- y después de ese desgarrador grito un hilo de voz lo acompaña

-ayúdame- y en un susurro casi inaudible añado -me muero-.

ROTA (cuando el alma pide auxilio)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora