The Mission

CAPITULO 18

¡Hola! ¿Como están? Espero que muy bien o al menos mejor que yo jaja, ando con covid y ando sad.

Al principio me sentía muy mal y pensé que no podía publicar capitulo esta semana, pero como ven, ¡aquí está! Y espero que os guste mucho.

Gracias por leerme y ¡besos! Nos vemos en la próxima actualización guap@s.

~Leticia Esquivel

Aiden Ayers

—¿Mis padres fallecieron por culpa de este caso? —preguntó Morgan, pero nadie respondió. —Hice una pregunta.

Todos se quedaron en silencio tras la pregunta de Morgan, nadie responda y eso solo hace que Morgan a mi lado se tensa.

—No podemos responderla. —dijo Thomas seriamente.

—Eso es que si, ¡mis padres murieron por este caso! ¿Ellos lo sabían? ¿Sabían que estaban en peligro? ¿No lo sabían o fueron tan egoístas que no pensaron en nosotros cuando estaban metidos en este caso?

—Lo sabían.

—Entonces fueron egoístas, no pensarón en mi hermano, ni en mí, ellos sabían que podían dejarnos, ¡ellos murieron ante mis ojos! ¿El accidente fue intencionado? ¿Es eso verdad? —hace una pausa. —¿Saben? Por poco morimos mi hermano y yo también y mi hermano tiene convulsiones, no recuerda mucho de lo que pasó ese día. —dijo antes de abandonar la sala.

Todos se quedaron en silencio viendo a Morgan salir de la sala, incluso yo.

—Iré con Morgan. —dije.

—Aiden. —me llamó mi madre, pero la ignoré y salí hacia fuera.

Vi a Morgan caminar rápidamente hacia no sé donde, seguramente está buscando la salida por lo que no tardo en ir hacia ella.

—¡Morgan!

—Ahora no Aiden.

—¿Por qué no? Yo creo que es el momento perfecto.

—No estoy de humor.

—Me asustas, porque siempre tienes ganas de pelear.

—Eres un imbécil insoportable, ¿qué quieres que te diga? ¿Qué por culpa de ese imbécil del alacrán mis padres están muertos?

—¿Y si no tuvo la culpa él?

—¿Lo estás defendiendo? ¿Aiden hablas en serio? ¿Es que no escuchaste?

—Yo solo estoy pensando en una posibilidad, no lo estoy defendiendo.

—Si, claro y yo soy rubia, no te jode, paso de hablar Aiden. —dijo antes de darse la vuelta e irse.

(...)

Llego al pueblo, a la cochera de Andrés, me informaron que estaban todos aquí así que decidí venir aquí y contar lo ocurrido.

Después de bajar del coche me dirijo a la cochera en donde abrí la puerta y entre.

—Chicos, llegue. —exclame cerrando la puerta, pero enseguida está es abierta por ¿Morgan?

—¿Qué haces aquí? —preguntemos ambos al unísono.

—Al fin lle... llegaron. —corrigió Damián.

—Ya sabía yo que estaban tardando mucho. —escuche decir a Paula

—Hablemos sobre lo que pasó. —dijo Álvaro.