Extra: Fruto de amor.

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Tay se ponía nervioso al ver los anillos puestos en el mostrador, cada uno era precioso, pero no encontraba aquel que le hiciera sentir ese "latido" que le indicara era el ideal para su novio, por más que veía de un lado a otro ninguno parecía ser suficiente.

—Tay llevamos aquí una hora, ya decídete ¿Cuál me vas a comprar? —se quejó New moviendo la mano del idol, ya aburrido de ver joyas y joyas, pero eso sí, seguro de que el anillo era para él.

Tay soltó una risilla discreta, las vendedoras lo imitaron conmovidas por la ingenuidad del nene; el idol, se agachó para estar a la altura del pequeño de ya nueve años.

—Bebe estos anillos son de compromiso— comento Tay con un amor paternal.

—Lo sé, uno para ti y otro para mí — afirmó sonriente.

El musculoso no sabía de qué manera "rechazar" a un niño de nueve años, amaba a New y no quería darle su primera desilusión amorosa, así que sin saber que hacer comenzó a trabajar en una manera sensible de decirle que era para su padre.

—Es broma, sé que es para papi— rio el peli negro observando la cara de preocupación de su ya considerado padrastro.

Tay volvió respirar—¿No le dirás qué quiero pedirle que sea mi esposo verdad?— pregunto juguetón.

—Mmm— el niño pego los labios y luego miro hacia arriba pensativo—No, a cambio de un helado— esbozo alegre al igual que el musculoso, luego ambos salieron tomados de la mano en dirección a la heladería.

[🐺🐋]

Ya una vez en casa, Tay y los niños decidieron jugar Just dance, habían empezado con algunas canciones tranquilas y ahora se hallaban en una batalla mortal de reggaetón.

—¡Mi puntaje es el mayor!— grito el idol eufórico ante su victoria, al tiempo que levantaba a Mon para correr cargándolo "en avioncito" por toda la sala.

El pequeño castaño se reía disfrutando de la vista y sensación, Win se hallaba serio por qué en verdad se había esforzado para ganarle a Tay, New estaba haciendo cálculos pues le parecía que había sido una injusticia.

—¡Fue trampa! — grito el peli negro corriendo hacia Tay para golpearlo de manera ficticia, Win imitó a su hermano alegre lanzándose hacia el musculoso con la intención de tirarlo al suelo.

Mon quién fue depositado en el sillón también se unió a la contienda ayudando a sus hermanos a tirar al mayor al suelo e inmovilizarlo, Tay se defendió como pudo más sus tres contrincantes eran bastante fuertes, por lo tanto, termino con los chiquillos sentados sobre su pecho y estómago.

Entre medio de risas y jugueteos, Gun abrió la puerta con un rostro triste, los niños enseguida dejaron de atacar a su ahora padrastro y corrieron para saludar al peli azul.

—¡Papi! — gritaron los tres eufóricos.

Gun les sonrió dulcemente al tiempo que los recibía, su pareja enseguida noto un gesto desmotivado.

Tay y Gun habían comenzado a vivir juntos desde hace cuatro meses en la casa de Gun, más ya estaban buscando una nueva y más amplia; en resumen, su relación iba más que bien, no había día que no se recordarán todo el amor que sentían uno por el otro.

Por parte de los niños habían recibido muy rápido a Tay, dado que ya lo habían conocido con anterioridad y que ya se habían adaptado a una vida donde sus padres rehicieran sus vidas. Win ya no tenía el poco resentimiento que llegó a tenerle a Tay en sus tiempos, el cariño que sentía por él era mayor y lo consideraba realmente de la familia.
New siempre supo que Tay volvería, ni el mismo sabía por qué, pero algo dentro suyo le dijo que iban a volverse a verse y en verdad estaba feliz de que él fuera su padrastro.

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