La decisión

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Tay se soltó a llorar al ver el documento puesto sobre la mesa, a pesar de haber tomado la pluma no fue capaz de sostenerla para realizar su firma, la realidad era que no tenía las suficientes agallas para hacer su renuncia tan abrupta mente, si lo hacía, dejaría atrás todo por lo que peleó, aquello por lo que se desvivió noches soñando.

—Hermano no lo hagas—rogó Joss con los ojos llorosos mientras veía a su lider. Los demás sostenían la misma postura, sus cuerpos temblaban de miedo y por mera desesperación, oraban a los dioses para que su líder entrara en razón y no escribiera su firma.

—Empezamos juntos, terminaremos juntos ¿Recuerdas?— agrego Joss entre sollozos mirando como Tay derramaba lágrimas, era evidente que tampoco quería dejar su carrera.

Ante la mirada de sus compañeros, el musculoso dejo la pluma y salió de la sala corriendo en busca de un lugar privado, tenía que desahogarse; rápidamente encontró un baño donde entró resbalando de la pura ansiedad; al idol le hacía falta la respiración y un sudor alarmante se derrapaba por su frente, pronto comenzó a llorar a gritos.

—¿¡Por qué!?—exclamó moviéndose con despechado sobre el suelo.

—¿¡POR QUÉ A MI!?— grito mientras recargaba la cabeza en la pared de mármol y cerraba los ojos con la intensidad de un corazón desesperado. Espontáneamente su celular vibro indicándole de una llamada por parte de Gun, el idol tomo un largo respiro antes de aceptar.

—Hola—se limitó a responder.

—Hola—Gun tomo aire—Tay, ¿Tienes un tiempo disponible a las ocho? quisiera verte— hablo el peli rosa a la vez que salía del edificio donde le habían hecho su primera entrevista.

Tay inhaló profundamente —Estoy libre ¿Dónde nos vemos? —últimamente una debilidad de Tay era Gun, no existía cosa que pudiera negarle.

—En la cafetería de siempre ¿Te parece?—interrogó el mayor percatándose del llanto ajeno, afortunadamente había llamado a tiempo gracias a qué el grupo de Tay le había informado la hora exacta en la que el platinado firmaría su renuncia.

—Si, te veré ahí—afirmo el musculoso finalizando la llamada.

Continuamente se tomó unos segundos para recuperarse de la crisis, luego se mojó la cara y recuperó la compostura, iba a firmar ese documento, pero no ahora, tal vez lo mejor era hablarlo con Gun. Una vez recobro la calma, salió del sanitario con los ojos rojos e hinchados, sus compañeros estaban fuera de este esperando por él.

—Líder— susurro Luke.

El platinado no pudo evitar abrazarse con los chicos, estos correspondieron en un intento de suavizar sus penas—Lo pensaré un poco más—declaro el platinado sin evitar volver a llorar.

[🐢🐻🐝]

Gun llevaba una camisa blanca y sobre está una gabardina color pistache, como había tenido una entrevista, aún tenía el delineador rosa decorando sus ojos; Gun a primera vista parecía un maniquí de porcelana, era difícil no quedar atónito ante su distinguida belleza.

Tay enseguida lo reconoció entre la gente sentada en las mesas, así que se acercó a él mientras Gun miraba hacia la ventana sosteniendo una taza de café, el pelirosa parecía perdido en una red de pensamientos nublosos.

—Gun—comento el musculoso tomando asiento frente al mayor, este sonrió ligeramente mientras lo veía. Tay llevaba una camisa de cuello alto negra y sobre está una chaqueta anaranjada más jeans oscuros.

—¿Qué sucede? ¿Estás bien? —pregunto el idol mirando una cierta tristeza en los ojos del peli rosa.

—Si, estoy bien es solo que —el mayor tomo un respiro.

Ocho CitasWhere stories live. Discover now