Cuarta cita: La primera vez

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—Tay ya no es un niño, es un hombre adulto, sabe lo que hace, por favor, si lo que sea que ustedes tengan los hace felices, no lo dejen—finalizó el muchacho dándole un guiño al mayor, continuamente se centró en hablar con los niños mientras que Gun se quedaba reflexionando las palabras del joven.

Una vez el fansing terminó, Gun se dirigió al estacionamiento privado, donde el chófer que los había recogido se mantenía esperando por ellos para llevarlos de regreso, tal como ordenó Tay.

Tay estaba enojado y preocupado al mismo tiempo, seguro de que alguno de sus miembros le había dicho algo desagradable a Gun.

—Gun, por favor espera— grito el peli naranja tomando al mayor del brazo; este volteo a verlo, sin embargo los niños se adelantaron y saltaron a los brazos del musculoso.

El mayor dejo que Tay hablara un rato con sus hijos al finalizar les ordenó subir al coche.

—Lamento lo que sucedió te juro que esto no se quedará así. ¿Qué fue lo que te dijeron? — interrogó tomando a Gun de los hombros.

—Solo olvídalo, son jóvenes y...

—¡Gun la gente puede decir estupideces no importa la edad, se lo que estoy haciendo, tú me gustas y eso es todo lo que importa—concluyó el menor mientras el mayor lo miraba asombrado.

Tay sonrió a la vez que depositaba un beso en la mejilla del peli rosa, posteriormente lo abrazo de una manera suave.

—Iré a verlos más tarde— concluyó para después despedirse de los niños con un movimiento rápido de mano y darle indicaciones al chófer de llevarlos.

Gun no pudo si quiera corresponder al abrazo, se había congelado ante las acciones tan melosas del joven, sencillamente no podía creer que alguien sintiera eso por él.

Sonaba bastante triste, y a simple vista era evidente que tenía una muy baja autoestima, sin embargo, su poco amor propio era uno de los estragos y traumas que le había dejado la infidelidad de Off.

El peli rosa ya no le dio más vueltas al asunto, únicamente entro al auto mientras cerraba los ojos recordando el calor emanante de los labios de Tay.

[...]

—¿¡Qué mierda le dijeron!?—abronco el peli naranja llegando al camerino totalmente rabioso.

—¿Qué? ¿Te duele que le hayamos dicho la verdad? — interpelo Luke mientras bebía de su soda.

Tay lo miro furioso —Que te de igual lo que haga con mi maldito culo, haz lo que quieras con el tuyo—declaro el mayor resistiéndose para no ceder a sus impulsos.

—¿Al menos sabes si él padre de esos niños les da pensión? Solo busca tu fortuna— grito Mix observando como el rostro de Tay se tomaba rojizo.

—¡Sabemos que siempre has tenido el deseo de una familia, pero joder, estás en la cúspide de tu carrera, no juegues a ser el papá—grito Joss.

Jamás habían visto a Tay en ese estado, era un muchacho tranquilo, tolerante y hasta cierto punto inocente, parecía imposible imaginarlo con la intención de atacar a alguien.

— ¡NO CONOCEN A GUN NI A SUS NIÑOS, SI NO VAN A DECIR NADA BUENO CIERREN LA PUTA BOCA!

—Uno de sus mocosos tiro mi frappé— destacó Joss como si hubiera sido un acto imperdonable.

Tay dejo de sacudirse. —Hermano, cálmate— hablo Tul quien se había interpuesto para evitar alguna agresión.

Todos se quedaron en silencio mientras se observaban entre sí, el peli naranja se limitó a sacar su cartera del pantalón.

Ocho CitasWhere stories live. Discover now