MOON WOLVES❞ ksj;knj [1 Y 2]

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Un perfecto equilibrio se daba en el auto y solo iban tres horas, Yangtae no podía dejar de reír con todo lo que Seokjin decía al volante mientras su mano derecha tomaba la izquierda de Namjoon que no hacía más que desmentir o afirmar lo que el mayor decía.

—Me gustaría seguir quedándome con Namjoon, pero, estuve tres semanas allí metido y debo regresar a mi clan para ocuparme de los asuntos allí— explicó— y ya he recibido varios llamados de mis hombres preguntándome cuando pienso regresar, no puedo seguir dando excusas.

—Exacto, si no fuese porque tiene responsabilidades, se quedaba en mi casa el resto de su vida.

—Mentira no es— sonrió— oh, pero ya pensaremos en algo, con la unión de nuestros clanes, todas las construcciones que se están llevando a cabo, pensábamos en construir nuestras casas una junto a la otra en un punto medio para que todos obtuvieran la misma cercanía a nosotros.

—Pero ahora con el conocimiento de que somos tres en esta relación— cada vez era más fácil asimilarlo— viviremos todos en la misma casa, una grande.

—Y sí tus hermanos y tu padre están de acuerdo, pueden mudarse cerca a dicha casa, así podrás verlos más seguido y Yahír no querrá arrancarnos las bolas cada vez que no contestemos el teléfono.

Yangtae pensó que era una idea maravillosa.

—¿Y eso no es muy costoso?— luego sacudió la mano libre, negando—Olvídenlo, son líderes, pueden costear todo eso.

Llegaron al punto dónde Namjoon partiría hasta su clan, Seokjin se bajó y les dió espacio para despedirse en lo que él iba a buscar a los alfas que se encargarían de escoltar al líder de regreso a sus territorios.

—Trataré de no tardar demasiado e ir a reunirme con los dos— aseguró, apretando la mano de la omega entre las suyas— también haré que el proceso de la casa avance a doble velocidad y así nos evitamos estas separaciones.

—¿Estarás bien?— preguntó, preocupada por ese asunto— ¿No dolerá si te vas?

—Nada que no se soporte— mintió, si sería un poco doloroso, pero no lo mataría— Seokjin te dará un teléfono celular apenas lleguen, así podrás llamarme y de paso llamar a tus hermanos.

Asintió, ella era buena recibiendo indicaciones, rara vez era lo contrario.

Ahora, no sabía sí sellar esa despedida con un beso era prudente o si sería muy pronto, pero es que ninguno mentía cuando aseguraban que les picaba y dolía la anatomía entera por tocar al otro, y claro, era una reacción normal luego de haberse conocido, pero sus partes humanas estaban intentando llevar todo con calma.

¿Sucumbir a ello estaba bien? No lo sabían, ambos estaban meditando aquello mientras se miraban directo a los ojos.

—¿Puedo...?— bufó— Solo lo haré.

—Por favor.

Le besó, suave y lento, su cuerpo terminó pasando al asiento trasero con Namjoon y ambos soltaron un suspiro lleno de alivio, satisfacción, entrega. Un contacto físico más íntimo era lo que necesitaban y lo estaban teniendo por fin.

Una despedida demasiado larga y de manos inquietas.

Seokjin regresó, abriendo la puerta para Namjoon inocentemente y se encontró con la escena, no pudo decir mucho cuando el mismo Namjoon le tomó del cuello de la camisa y lo jaló para que entrara de una vez. El mayor parpadeó y cerró la puerta.

—Ya, hay alfas allí afuera y pueden vernos.

Yangtae dejó descansar los labios de Namjoon y todavía embelesada, se estiró para darle la misma atención a Seokjin que viró los ojos apenas su lengua tocó la de ella.

Todo era instintivo.

Entonces, Namjoon recuperaba el aliento mientras acariciaba las piernas de Yangtae y esta besaba a Seokjin con vehemencia, hasta necesitar aire. Namjoon no mentiría, la imagen de ambos besándose casi que encima de su regazo, estaba emocionandolo, cosa que jamás imaginó que pasaría.

¿Ver a su omega besando a otro alfa y disfrutarlo? Nunca pasó por su mente.

Eran sensaciones y sentimientos que apenas estaban despertando en los tres.

—Por favor, llámame en cuanto llegues— Seokjin le abrazó con fuerza, haciéndolo reír— estaremos esperando saber de tí.

—Voy a acelerar el paso y así quizás llegue primero que ustedes dos— su mano se posó en la cabeza de Yangtae, luego se inclinó, dejando un beso en su frente— quizás esté con ustedes para mí cumpleaños y hacer algo juntos.

Ambos estuvieron bien con la idea.

—Podemos hacer algo al día siguiente si es que no alcanzas, no te estreses por eso.

—Bien— apretó las manos de ambos y luego se despidió conforme se alejaba— vayan con cuidado.

Cuando se dirigió a los alfas, regresó a su rostro serio y simplemente ordenó comenzar a tomar rumbo, Seokjin les miró con reproche y encaminó a Yangtae de nuevo al auto en cuánto perdieron a Namjoon de vista.